Condena de los Atentados en París
Ante los horribles ataques terroristas que se han producido en París y en el Estado de Francia nos unimos al sufrimiento de las familias así como al dolor del pueblo francés. Condenamos la violencia, que nada resuelve. Ninguna circunstancia puede jamás justificar actos de terrorismo. Invocar a Dios no justifica nunca el terrorismo.
Europa ha sufrido otro golpe de los que desconciertan y aturden, pero este continente lo ha pasado mucho peor y sobrevivió. A día de hoy para Europa esos terroristas son los nuevos nazis, y tendrán, deben tener, el mismo final que tuvieron los hijos del Reich. La sangre fría es difícil, pero es imprescindible tenerla para evitar caer en el juego de venganzas. Las guerras contra el terror se ganan con tesón e inteligencia. Persigamos a los que les alimentan física y mentalmente. Eliminemos a los que les proporcionan armas (mafias y estados). Usemos nuestra razón, nuestras armas democráticas. Y recordando que nuestros valores de civilización merecen la pena y el esfuerzo. «La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo»«.