¿Igualar los permisos de paternidad o ampliar los de maternidad?

Los argumentos teóricos para igualar las prestaciones son irreprochables. Pero muchas mujeres descubren al ser madres que desean poder cuidar de sus hijos más tiempo

Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna, entre otras causas, por sexo. Sin embargo, mientras que la Seguridad Social concede a las madres trabajadoras 16 semanas de permiso retribuido tras el nacimiento o adopción de un hijo, en el caso de los padres esta prestación se reduce a cuatro semanas (cinco cuando se aprueben los Presupuestos de 2018, según el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y Ciudadanos). Así visto, parece claro que no se cumple el derecho fundamental establecido en el artículo 14 de la Carta Magna, uno de los argumentos utilizados por un padre para presentar un recurso de amparo al Constitucional, que ha sido admitido a trámite. De hecho, el Alto Tribunal estudiará este recurso en el pleno ante la “especial trascendencia del asunto”

maternidad-paternidad

El demandante ha contado con el apoyo de la Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopción (PPiiNA), que en los últimos años ha conseguido dar visibilidad e incorporar al debate político su reivindicación de equiparar las prestaciones de maternidad y paternidad. Es más, esta demanda ha eclipsado la histórica de ampliar el raquítico permiso de 16 semanas de la madre hasta un mínimo de seis meses -el tiempo de lactancia materna exclusiva recomendado por la OMS- o incluso hasta el año, en pos del idealizado modelo sueco.La PPiiNA acierta al exigir que los permisos de paternidad sean intransferibles y pagados al 100% para lograr que los hombres los pidan, como demuestran los datos desde su ampliación, en 2017, de 15 días a cuatro semanas, con estas características. Durante este primer año, casi se han igualado las solicitudes de prestación de maternidad (268.328) y de paternidad (264.632). Y los argumentos de la plataforma para exigir la equiparación –acabar con la discriminación laboral de las mujeres y el derecho y la responsabilidad de los padres a cuidar de sus niños– parecen irreprochables desde un plano teórico.

Sin embargo, algunas intelectuales, que no por casualidad son también madres, han expresado sus discrepancias, poniendo en palabras algo que hemos pensado muchas otras mujeres: que aunque seamos iguales, somos diferentes y por eso quizás la prioridad no deba ser igualar los permisos paternales sino alargar los maternales.

Que aunque suene a imposición del patriarcado, muchas descubrimos al ser madres que deseamos poder cuidar de nuestros hijos más tiempo. Porque nos apetece, porque sentimos que el bebé nos necesita y porque el cuidado es también un trabajo valioso que debería ser reconocido y no considerado como una tarea menor frente a un empleo remunerado.

Por ejemplo, Patricia Merino, autora de Maternidad, Igualdad y Fraternidad (Clave Intelectual) se opone a los permisos iguales e intransferibles por ser “parte de esa lógica que afianza el empleo como única forma de reconocimiento social. (…) Dejan de lado cualquier consideración hacia aquello que es consustancial a la maternidad, como por ejemplo, la lactancia”, explica.

Aunque sí apoya las reivindicaciones de la PPiiNa, Carolina del Olmo, autora del libro ¿Dónde está mi tribu? (Clave Intelectual) reconoce cierto fastidio ante la rapidez con que se está acogiendo la propuesta de la plataforma frente al ignorado anhelo de muchas mujeres de prolongar su baja maternal, “ninguneado” tanto por los poderes públicos como por un amplio sector del feminismo que considera que “la maternidad y la crianza son solo lastres y lugares de opresión y sacrificio”.

Ibone Olza, psiquiatra infantil y cofundadora de El parto es nuestro, asegura que para el bebé “no es lo mismo su madre que su padre. Les necesitará a ambos toda su vida, pero de formas muy diferentes (…). Pero decir que el bebé necesita más a su madre y quiere estar con ella es lo más políticamente incorrecto que se puede decir ahora”.

La PPiiNA es una asociación creada en 2005 que agrupa a más de 150 organizaciones y personas con un objetivo único: conseguir la reforma en España del sistema de permisos de maternidad y paternidad de manera que estos sean iguales, intransferibles y pagados al 100% para cualquier persona progenitora.

¡Permisos Iguales, Intransferibles y pagados al 100%!

  • Bueno para los hombres y los padres
  • Incrementa el bienestar infantil y el de las familias
  • Aumenta las tasas de fecundidad y el equilibrio demográfico
  • Fomenta la igualdad de género
  • Bueno para la sociedad
  • Permite disfrutar más de la(s) criatura(s)
  • Desarrolla el potencial y las habilidades para cuidar al 50%
  • Fomenta otra relación con el trabajo remunerado
  • Posibilita la adquisición de nuevas competencias organizativas y relacionales
  • Propicia la vinculación emocional temprana con los/as hijos/as, ayudando a transformar el perjudicial modelo de padre distante y ausente
  • Pagados al 100% del salario

Permisos Iguales para cada progenitor/a

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3 Respuestas

  1. MARIA dice:

    Disculpad de nuevo, acabo de leer que la propuesta incluye 32 semanas en lugar de 16, con lo que no se acorta el periodo de lactancia que hoy en día puede disfrutarse. En dicho caso no se perjudica en modo alguno al bebé respecto a lo que tenemos hoy en día y se consigue igualdad en la contratación. Entendido.

  2. MARIA dice:

    «E intransferibles», disculpad.

  3. MARIA dice:

    Los permisos iguales y transferibles tienen un efecto devastador en la lactancia. Si una pareja quiere dar el pecho a su bebé el máximo tiempo posible, esta medida les perjudica seriamente. Espero que mañana el sentido común predomine en el congreso y no se apruebe tal medida. Si se quiere favorecer a las mujeres debido al hecho de que sólo ellas pueden quedarse embarazadas, parir y dar el pecho tendrán que buscarse otras medidas. Como mujer, profesional y madre esta propuesta me parece una auténtica barbaridad. ¿Es que por intentar mejorar una determinada situación vamos a perjudicar seriamente a nuestros bebés?. Y de todas formas, ¿dónde ha quedado la libertad, el derecho a decidir cómo una pareja quiere alimentar a su bebé, el derecho a decidir cómo vivir?. Señores, no nos saltemos los principios fundamentales, el fin nunca justificará los medios.

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