Los docentes de Valladolid rechazan la evaluación individualizada en Primaria

Valladolid, 26 may (EFE).- La Junta de Personal Docente de Centros Públicos No Universitarios de Valladolid ha rechazado y criticado el inicio hoy en los colegios de Castilla y León del examen para la evaluación individualizada en tercer curso de Primaria, expresión de una Lomce que a su juicio "nació enferma".

En nombre de los siete sindicatos que integran esa Junta, Raquel Medina ha lamentado la celebración de esa prueba que a partir de hoy deberán afrontar más de 20.00 alumnos con una edad aproximada de ocho años, a los que se somete así a "un estrés completamente innecesario y antipedagógico".

Medina cree que estos exámenes contribuyen a fomentar un sistema educativo "basado en el rendimiento, en los resultados académicos" y que reducen a los alumnos al ámbito de los "recursos humanos", lejos de la educación "en valores".

Las pruebas, durante tres jornadas, consistirán en diversos ejercicios de Matématicas (cálculo y resolución de problemas) y de Lengua Castellana (comprensión oral y escrita de un texto, y expresión escrita", pero su contenido no ha sido elaborado por el profesorado de los centros, aunque sí tendrán que corregirlas.

Esta situación, según Medina, esconde el deseo de la administración autonómica de elaborar "un rankin de centros educativos" en función de los resultados y, por otra parte, "atenta contra un principio esencial como es el de la atención a la diversidad".

Durante un mes, prácticamente todo mayo, los docentes se han dedicado a preparar con los alumnos la realización de esos exámenes, por lo que "desatienden la enseñanza" contenida en el currículo.

Raquel Medina ha denunciado también los quince créditos que la administración autonómica asigna a los profesores que se impliquen en la corrección de esas pruebas, "una manera de intentar comprarnos", ha subrayado, con puntos que se pueden esgrimir para el concurso de traslados o en los cursos de formación permanente.

"Rechazamos estas reválidas porque estamos a favor de la formación continua", ha concluido no sin antes insistir en que los ocho años es una edad muy temprana para un niño al que un examen "le puede pillar en un mal día", y perjudicar el trabajo de todo un año escolar.

Para Gerardo García, otro representante de la Junta de Personal, esta evaluación individualizada no es más que "un argumento más para la repetición del alumnado", y obliga a los centros educativos a asumir una sobrecarga de trabajo "sin ningún tipo de apoyo, ni material ni humano".

Irene Pérez, otra representante, ha incidido en la "desconfianza absoluta" que hacia los maestros inspiran unas pruebas "que no hemos elaborado nosotros".

Si un niño no supera esta evaluación individual, en ningún caso repetirá el curso siempre y cuando no haya suspendido tres asignatura como mínimo, o dos si se trata de Lengua y Matemáticas.

Desde la reciente entrada en vigor de la Lomce, es la primera vez que los alumnos se someten a este fielato académico, que el año próximo deberán afrontar por vez primera los estudiantes de sexto curso de Educación Primaria y, desde el curso 2016/2017, los de Secundaria y Bachillerato.

Sólo a partir del curso 2017/2018 tendrán efectos académicos y constituirán un requisito indispensable para poder obtener los títulos de Bachiller y de ESO.

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