Un minuto por Laura
Hoy las maestras hemos muerto un poquito contigo, Laura.
Todas las mujeres en general, pero las maestras un poco más.
Hemos viajado mentalmente a todos nuestros destinos, en los que hemos estado e incluso en los que estaremos.
Recordamos aquel pueblo pequeño de la sierra en el que dormimos solas en un hostal lleno de extraños y en el que por las tardes dábamos un paseo por el pueblo antes de que se hiciera de noche; aquella ciudad llena de gente donde no conocíamos a nadie y nos perdíamos continuamente; ese otro en el que un grupo de desconocidos nos invitó a dar un paseo, tomar una caña, cenar… y nos unimos para no sentirnos tan solas; así podríamos hablar de cientos, miles de pueblos entre todas.
A todos ellos llegamos con la ilusión acuestas porque, aunque solas, nos acompañaba nuestra vocación y nuestras ganas de cumplir nuestro sueño de ser maestras.
Hoy hemos viajado contigo a ese día en el que llegaste con esas ganas y con los nervios propios del principio. Hemos sentido tu ilusión, pero tristemente también tu miedo, que ahora acompaña a todos y cada uno de nuestros recuerdos. Hoy tenemos miedo, y rabia, impotencia…
Esta lacra que nos acompaña día a día, este terrorismo machista que a nadie parece importar, hoy ha teñido la escuela de negro.
D.E.P. compañera.