¿Cómo afecta a la Educación el acuerdo de gobierno PSOE-Podemos?

Aunque parecen medidas encaminadas a la mejora de la igualdad de oportunidades del alumnado y de las condiciones laborales del profesorado, echamos en falta una mayor inversión educativa, una apuesta decidida por la Educación Pública y que la Religión siga estando presente en los centros públicos.

Algunas de las medidas propuestas son:
✔️ Educación pública gratuita de 0-3 años.
✔️ Religión no computable a efectos académicos.
✔️ No podrán acceder a conciertos los centros educativos que segregan por sexos.
✔️ Fin a los “despidos” del profesorado interino en verano.

Parece que la prensa recoge como punto más importante el tratamiento de la Religión. Entendemos que son necesarios pasos hacia la laicidad de la Educación Pública, en un país aconfesional ningún credo religioso debería estar subvencionado por el Estado y evitar, que bajo el manto del dinero público, se permita el adoctrinamiento religioso a través de la asignatura de Religión y de los conciertos educativos.

Acuerdo PSOE-Podemos: Religión dejará de contar para la nota media

Los partidos se comprometen a subir hasta el 5% el gasto en educación que es del 4,2%
asignatura religion

Docentes del colegio Nazaret-Oporto de Madrid. inma flores

El acuerdo de Gobierno prevé la derogación de la Ley para la Mejora de la Calidad Educativa —conocida como ley Wert— que sacó a la calle a cientos de miles de personas. La ley Celaá ya está registrada en el Congreso para empezar su tramitación. Supone terminar con los itinerarios que separan a los niños con 13 años o que Religión siga siendo voluntaria –sin tocar los acuerdos con el Vaticano– pero sin asignatura alternativa (materia espejo) y que no sirva para hacer media en las notas, lo que condiciona el acceso a la universidad o la obtención de una beca. En la actualidad muchos alumnos optan por esta materia, aunque no tengan fe, porque suele subir la puntuación, mientras asignaturas como Francés o Tecnología Industrial no lo hacen. Presumiblemente va a suponer que, sin rédito académico, bajen las matriculaciones en esta materia cuyo profesor paga el Estado, pero designa la Iglesia. Durante los Gobiernos socialistas Religión era una optativa —en vez de Ética— que se evaluaba pero que no computaba para la media.

Aunque el pacto de estos partidos propone que los centros no puedan segregar por sexos, en realidad el Tribunal Constitucional dictaminó en 2018 que esta práctica «no causa discriminación». Plantean también «informar a las familias de que las aportaciones son voluntarias».

Los partidos se comprometen asimismo a que los libros, el comedor y el material sean gratuitos para todos los niños desfavorecidos en primaria y ESO, pero no se citan bachillerato ni formación profesional superior. En ese caso, como con los universitarios, se pretende mejorar las becas. Además, se quiere diseñar un plan especial contra el fracaso escolar y el abandono temprano de las aulas –el dinero se ha multiplicado por cuatro este curso-, ya que España tiene el peor dato de toda la Unión Europea: 17,9% frente al 10,6% de media en la UE. Inciden en la carrera de los docentes, cuyo estatuto lleva años sin aprobarse, y en terminar con la temporalidad de los interinos —que crecieron hasta el 30% con la crisis—, pero la convocatoria de oposiciones es asunto de los Gobiernos regionales, que están haciendo un esfuerzo estos años.

El plan más ambicioso es extender la educación infantil gratuita de cero a tres años, muy recomendada por la Unesco. Pero no cifra el gasto que sería muy alto. Sin embargo, sí que detalla una subida del gasto en educación hasta el 5% del PIB paulatinamente hasta 2025. En 2016 invirtió un 4,2%, lejos del 4,9% (máximo histórico) que alcanzó en 2009 también con los socialistas.

Los partidos se comprometen a aligerar la acreditación de nuevos títulos, un proceso que se eterniza un mínimo de año y medio; a que las universidades dejen de estar infrafinanciadas –un hecho que reconocen todos los partidos– y a que las becas se reciban al principio de curso y no casi a finales. Lograrlo supone una reforma enorme que implica a la Agencia Tributaria. A la partida para becas y ayudas al estudio en 2018, que alcanzó este año los 1.575 millones de euros, en el acuerdo fracasado de Presupuestos 2019 se sumaron 536 millones. En esta ocasión no se especifica. Abogan también porque se bajen las tasas de matrícula, pero las autonomías no van a dar el paso mientras no reciban más fondos.

Los padres católicos: “Que Religión no compute en la nota media es un ataque a la escuela concertada”

Las familias de la enseñanza pública celebran «un paso más» para la salida de una asignatura confesional de las aulas
Clase de Religión en un instituto de Madrid.

Clase de Religión en un instituto de Madrid. BERNARDO PÉREZ

El Partido Socialista y Unidas Podemos han acordado que la asignatura de Religión —mayoritariamente de fe católica pero también con docentes evangélicos y musulmanes— deje de contar para hacer la media en las notas y tener una materia optativa (espejo) para aquellos alumnos que no opten por ella. Esta calificación suele subir la puntuación que condiciona el acceso a la Universidad y a las becas de estudio. La decisión ha soliviantado a los profesores y padres de alumnos que reciben la asignatura de Religión y contentado a todos los que apuestan por que las creencias salgan de las aulas. Con los Gobiernos socialistas Religión era una asignatura evaluable y con alternativa (Ética), pero no computaba en la media. Pero la Ley para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), aprobada por el PP sin apoyos en 2013, cambió el sistema.

«Nosotros apostamos por que Religión sea de oferta obligatoria y de elección libre, con una alternativa como Ética. Porque, de otra manera, no se ejerce la libertad de las familias de elegir», opina Pedro Caballero, presidente de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (CONCAPA). «Es un atentado a la enseñanza concertada y privada y no se ha hablado con la comunidad educativa». Caballero sostiene que si Religión, o su alternativa, no computa en la media «pierde su razón de ser, cada asignatura tiene que tener su peso específico y se tienen que equiparar».

La patronal Escuelas Católicas, mayoritaria, también muestra su rechazo a la medida. «Se habla de que Religión sea voluntaria como si no lo fuese ya. Perece que quisiesen engañar a la gente y deberían de pensar que el 70% de las familias eligen Religión para sus hijos, cosa que prefieren ignorar», argumenta José María Alvira, secretario general de Escuelas Católicas. «Se hace la voluntad de Podemos, minoritario y sectario, con la aquiesencia de Pedro Sánchez que es lo preocupante en este y otros temas educativos», dice en referencia a la continuidad de la escuela concertada. Alvira no cree que suponga una pérdida de profesores de Religión en sus centros porque «los padres conocen el ideario al matricular a sus hijos».

Jesús María Losada, presidente de la Federación Estatal de Profesores de Enseñanza Religiosa, habla a título personal porque su colectivo no se ha reunido, y es muy duro en su parecer: «Mi reacción es de total indignación, nos están llevando para atrás, es una falta de respeto a nuestro trabajo, solo saben quitar valor. Si es una asignatura en el sistema académico que lo sea del todo y, si dicen que no la quieren, que la quiten del todo. Ya lucharemos. Es una traición».

«Nosotros queremos que la Religión salga del todo de las aulas y este es un primer paso, así que nos parece perfecto», remarca Leticia Cardenal, presidenta de CEAPA, la confederación que agrupa a las familias de la enseñanza pública. «Y mientras no sale, que al menos se imparta clase de todas las religiones porque nuestros centros tienen una diversidad cultural que luego no se ve en clase de Religión». Históricamente, los musulmanes y evangélicos españoles reprochan al Estado — que paga los profesores aunque los designa la Iglesia— que no contrata a suficientes profesores de sus confesiones pese a haber demanda.

Comisiones Obreras, el sindicato mayoritario del sistema educativo, afirma en un comunicado que «ante la ofensiva de la ultraderecha contra el derecho a la educación y la libertad de enseñanza, apoyada por algunos Gobiernos autonómicos, hay que reforzar la coeducación y la educación afectivo-sexual. Y esto se consigue promoviendo el laicismo del sistema educativo y devolviendo las religiones a la condición de asignatura optativa sin efectos académicos ni alternativa obligatoria». En Aragón, Asturias, Comunidad Valenciana, Extremadura, Asturias y Baleares la clase de Religión está en litigio en los tribunales por el recorte de horarios tras la entrada en vigor de la LOMCE.

El Círculo de Espiritualidad Progresista de Podemos y el Grupo Federal Socialistas Cristianos del PSOE discutieron durante meses sobre la materia de Religión en las aulas y concluyeron en un manifiesto: «Decimos no a una asignatura de la religión en un marco confesional, y sí a una asignatura nueva establecida en un marco aconfesional y cultural, con entidad propia». Esto supone seguir el modelo de Noruega, Suecia o Reino Unido donde es obligatoria y «no confesional del hecho religioso en general y de las religiones, junto con una educación no religiosa orientada a reconocer y valorar la dimensión espiritual, no patrimonializable en exclusiva por ninguna religión».

El pasado abril, 60 asociaciones y grupos políticos —Podemos, Izquierda Unida, ERC, el Partido Comunista, Comisiones Obreras, Europa Laica, el Sindicato de Estudiantes y las asociaciones Redes Cristianas— se pusieron de acuerdo para exigir que salga la religión de las escuelas. Criticaron que las clases de «adoctrinamiento religioso» se financien con fondos públicos, por lo que reclamaron su eliminación de todos los colegios, ya que los centros concertados también reciben fondos estatales. El PSOE, en ese caso, no se pronunció.

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