Es necesario tomar nuevas medidas en los centros docentes: medición y ventilación

STECyL-i , basándose en el estudio del CSIC sobre la ventilación de las aulas, como una de las medidas imprescindibles para evitar los contagios en interiores, pide  a las administraciones locales y autonómicas que habiliten las medidas necesarias para reducir el riesgo de contagios en los centros docentes.

  • La formula Prevención= Ventilación x Mascarilla x Metros x Manos (P=V.M3) se incumple si la ventilación es cero.
  • Hay que adoptar medidas referentes a la ventilación de los centros y medición de concentración de CO2 ante el peligro que representan los aerosoles.
  • No ventilar provoca que aumente el CO2 y con él la cantidad de aerosoles en el ambiente y la evidencia científica apunta, cada vez más, como una de las fuentes de contagio de la COVID.

Medición y ventilación

  • La medida protectora más accesible y que estaría rapidamente al alcance de los presupuestos de los centros –por su bajo coste-, de los Ayuntamientos o de la Consejería es la utilización de medidores de dióxido de carbono.

Puede implementarse con agilidad y algunos centros ya los usan, adquiridos por las Asociaciones de Padres y Madres. La concentración de CO2 en espacios cerrados por encima de unos valores estandarizados indica que dicho recinto está mal ventilado. De darse una concentración elevada de dióxido de carbono, también cabe esperarse que ocurra lo mismo con el SARS-CoV-2 en suspensión, pues en ambos casos se presentan en forma de aerosoles.

  • La ventilación, se limita con la puesta en marcha de las calefacciones y el cierre de ventanas y puertas. Las medidas más «imaginativas” en los centros con la venida del frio, están consistiendo en abrir ventanas y puertas al inicio de las clases, entre las mismas y en los recreos. Ante la necesidad de la calefacción, necesitamos otro tipo de “soluciones” que compaginen la necesidad de ventilación y confort térmico en las aulas.
  • Los nuevos centros educativos construidos deben tener obligatoriamente un sistema de ventilación artificial, dotado de filtros; pero la mayoría de los centros no disponen de este tipo de sistemas de ventilación artificial que garantice una renovación suficiente del aire, evite la pérdida de calefacción y adapte el flujo de entrada de aire del exterior ante el aumento de la concentración de CO2 (y posible COVID-19 en suspensión)

Es necesario modificar los protocolos.

No parece que las autoridades se planteen cambios en los protocolos en centros educativos acordados entre Gobierno y comunidades autónomas a pesar del aumento de los casos conocidos. Protocolos sobre apertura de ventanas para la ventilación parecen cada vez más complicados cuando el otoño avanza y el frío del invierno se acerca. ¿Tener ventanas y puertas abiertas convivirá con las calefacciones encendidas en las aulas?

«Los especialistas insisten en que el uso de purificadores de aire es tan efectivo o más como la ventilación, con menos riesgo para los escolares y más eficiente desde el punto de vista energético»
Para un espacio de 45 metros cuadrados se requeriría un dispositivo con capacidad para 12,5 litros por segundo y ocupante, lo que supone un coste que oscila entre los 100 y los 120 euros. El funcionamiento de dichos aparatos podría alternarse con la ventilación natural del espacio.
A lo que no hay que llegar: El CEP Xosé Neira Vilas de Gondomar, en Pontevedra, ha adquirido, mediante donativos de padres y profesores, un total de diecisiete aparatos por un importe de 5.100 euros.
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