España no tiene rival en ‘ninis’: un 20% de jóvenes entre 15 y 29 años ni estudian ni trabajan

  • ninisNo es que no quieran formar parte del mercado laboral, es que la sociedad no les brinda esa posibilidad.
  • El dato, recogido por el informe de la OCDE ‘Panorama de la Educación 2014‘, es cinco puntos superior a la media del resto de países de esa organización.
  • El paro entre los titulados superiores españoles es el triple.

La tasa de paro de los españoles universitarios y con Formación Profesional (FP) superior asciende al 14%, mientras que la media de la OCDE es del 5%, lo que significa que en nuestro país dichos niveles de estudios no reducen el riesgo de desempleo como en otros países.

Esta es una de las principales conclusiones del informe de la OCDE Panorama de la Educación 2014 -«Education at a Glance»-, presentado por la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, y el director de Innovación de la OCDE, Dirk van Damme.

Un título de educación terciaria (FP superior y universitario) en España «no reduce el riesgo de desempleo tanto como en otros países», ha destacado Van Damme, que ha explicado que la media es del 55% en España y del 63% en otros países de la OCDE.

Gomendio ha explicado que, aunque tanto en la OCDE como en la UE y España a mayor nivel de formación menor nivel de desempleo, «el problema es que en nuestro país la protección al que contribuye un mayor nivel de formación es comparativamente menor» a la de otros países.

Por ejemplo, en la OCDE el nivel de desempleo de las personas sin superar la ESO es del 13,6 % y en España es del 30% y en la terciaria la diferencia se triplica.

Adquirir unas competencias básicas correctas ayuda más a encontrar empleo y a conseguir mejoras salariales.

Otros aspectos de España respecto a la media de la OCDE, con datos 2011 y 2012, son que hay una diferencia en la formación alcanzada por los adultos de más de un 20%, que es mayor el peso de los centros concertados, o que el profesorado de la ESO comienza su carrera con un salario un 26% superior.

Además, los estudiantes, incluido los universitarios, tardan más en acabar sus estudios y estos últimos obtienen su primera titulación universitaria con 26,9 años frente a los 24 años, por ejemplo, en el Reino Unido.


La tasa de jóvenes de entre 15 y 29 años en España que ni estudia ni trabaja (nini) es superior a la de los países de la OCDE; en 2012 fue de del 25,79% frente al 15%.

La cifra es muy superior al promedio de la OCDE. Además, mientras en los otros países la situación ha mejorado (la media de la OCDE ha bajado del 15,6% registrado en 2011 al 14,9% de 2012), aquí vamos acumulando cada vez más adolescentes que pasan los lunes al sol. En 2010, el 23,8% de los jóvenes era nini. Un año más tarde, la cifra subió hasta el 24,4%. Y en 2012 ya asciende al 25,79%.

¿En cuántas personas se traduce este porcentaje? En 1.956.900 ninis, según las cifras del padrón que daba, a 1 de enero de 2013, el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Los ninis suponen «un gran problema para España» y pidió que haya «una oferta educativa acorde» con la realidad de estos jóvenes. La solución pasa por «aumentar» la Formación Profesional.

Dice la OCDE que, «cuando el mercado laboral se deteriora, los jóvenes que hacen la transición de la escuela al trabajo son a menudo los primeros en encontrar dificultades». El problema es que en España, a diferencia de lo que ocurre «en la mayoría de los otros países», los ninis se encuentran en el paro; es decir, están buscando trabajo. El 19% se encuentra en esta situación frente al 6% de media de la OCDE. Son ninis forzosos. Quieren trabajar pero no les dejan. Frente a ellos, hay un 7% de jóvenes españoles (9% en la OCDE) que son ninis inactivos o superninis, que ya no buscan empleo.

La causa de este fenómeno hay que buscarla en la época dorada del ladrillo, esos años de principio de siglo que hicieron colgar los libros a muchos jóvenes, atraídos por la promesa del dinero rápido. Otro de los datos espeluznantes del informe es que casi la mitad de los españoles de entre 25 y 64 años (el 45%) no ha terminado ni el Bachillerato ni su equivalente de FP. Como mucho, cursó la educación secundaria obligatoria; es decir, estudió hasta los 16 años. Este porcentaje español casi dobla al 24% que presenta la media de la OCDE.

El estudio recuerda, tratando de insuflar cierta dosis de optimismo, que los españoles más jóvenes tienen mayores niveles educativos que los miembros de la generación de sus padres, pero la cosa no es para tirar cohetes. El 36% de la población española de entre 25 y 34 años no tiene ni el Bachillerato. En la OCDE, este porcentaje es del 17%.


 La crisis ayuda

Algo bueno ha pasado, al menos, con la crisis económica: ha forzado a los jóvenes a permanecer más tiempo en el sistema educativo. El porcentaje de los jóvenes adultos que se matriculan en algún programa de educación formal después de terminar la educación obligatoria (es decir, después de los 16 años) ha ido creciendo a un ritmo más rápido en España que en la OCDE, apunta este estudio. Antes de la crisis, en 2008, alrededor del 81% de los jóvenes entre 15 y 19 años y el 21% de los de 20 a 29 años estaban matriculados en algún programa educativo. En 2012, estos porcentajes subieron hasta el 86% para los jóvenes de entre 15 y 19 años y hasta el 28% para los de 20 a 29 años. En los países de la OCDE, el incremento ha sido menor: del 81% al 84% en el primer caso y del 25% al 28% en el segundo.

La tesis del informe es que un nivel educativo más alto reduce el riesgo de desempleo, aunque en España, como las tasas de paro son más altas, un título universitario o su equivalente en FP no reduce tanto el riesgo de desempleo como en otros países. En España, en 2012, el 31,2% de los adultos que dejaron los libros antes de los 16 años estaban desempleados (el promedio de la OCDE fue del 13,6%), mientras los adultos con título universitario o equivalente tenían una tasa de paro del 14% (el promedio de la OCDE fue del 5%).

Seguir estudiando compensa, dice la OCDE. En primer lugar, para tener más posibilidades de encontrar trabajo. En segundo, para ganar más (hay un 20% de diferencia salarial entre los que no han alcanzado el Bachillerato y los que lo han terminado. Y en tercer lugar, para alcanzar un mayor grado de satisfacción en algunos aspectos sociales.

 

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