Los sindicatos acusan a la Junta de «dejar solos a los profesores» en la vuelta al cole

Critican que Educación «aún no tenga un plan B, haya perdido tiempo de anticiparse y cargue a los equipos directivos con la que es su responsabilidad» / «Faltan docentes y las ratios de alumnos siguen altísimas»

A falta de una semana para la vuelta a los centros, seguimos con un protocolo insuficiente que pone en riesgo a la comunidad educativa y dificulta enormemente el desarrollo de las clases presenciales.

Si no se recomiendan encuentros sociales de más de 10 personas y que haya distancia de seguridad, ¿qué se supone que va a ocurrir en los centros educativos y sus clases?

¿Creen el Ministerio de Educación y la Consejería que estas medidas son suficientes? ¿Hay un plan B?

#CentrosAbiertosPeroSeguros

«Veintidós o veinticinco alumnos, según el curso, en una clase de 40 metros y medio y, mientras, la Junta desaconseja reuniones de más de diez personas ¿–?

Es solo una de las muestras de lo que importa la Educación», critican al unísono los principales sindicatos de la Comunidad, que en los reproches sobre la incierta vuelta al cole van todos a una.

Otra queja en la que inciden es que «a dos semanas de la vuelta al cole no haya plan B definido en Castilla y León, no se planteen respuestas para todos los escenarios potenciales y la Junta cargue a los equipos directivos, sin ser expertos, con la que es su responsabilidad: el diseño de protocolos».

Vuelta Colegio

Csif, STECyL, UGT, CCOO y Anpe lamentan «la falta de planificación» del Gobierno autonómico, «pese a haber contado con varios meses para anticiparse», y le acusan de «dejar solos a los profesores y a los equipos directivos» en la planificación de un regreso a las aulas seguro.

Las medidas anunciadas esta semana por la consejera de Educación, Rocío Lucas, no satisficieron a ninguno. No hallaron novedad en sus anuncios de apostar por la presencialidad, confirmar que ante un caso positivo por Covid se confinaría a la clase entera y la disminución de ratios a 22 alumnos, en Infantil y Primaria, y a 25, en ESO y Bachillerato, que consideran «del todo insuficiente».

Exigen desarrollo de los detalles. Saber qué hacer en el día a día ante posibles situaciones. También más personal, menos alumnos por aula y aprovechar espacios de los ayuntamientos, como centros cívicos, para desdoblar aún más las clases. Si ninguna de estas reiteradas peticiones se materializa, «al menos, conocer cómo actuar ante lo que puede venir».

Lamentan además que el Ejecutivo autonómico «esté a expensas» de la reunión de los presidentes con Pedro Sánchez del próximo día 27, pese a tener las competencias en materia educativa. «Un encuentro muy tardío tratándose de la Educación».

NI PLANIFICACIÓN NI CONSENSO

cinco sindicatos reprueban que la Junta «trabaje de forma unilateral en la definición de medidas sin consensuarlas». Pero, también, la inconcreción. Que no establezca distintos escenarios probables y ofrezca pautas.

«A días de empezar, no sabemos qué pasará con el profesorado ni cómo seguirán dando docencia on line cuando a la vez tienen otros alumnos a los que atender presencialmente. No se puede pretender que el mismo profesor atienda de forma duplicada. No es de recibo que en estas fechas sigamos así. Además, no hay diálogo con los docentes», sostiene Isabel Madruga, presidenta del sector autonómico de Educación de Csif.

La misma desinformación condena el resto. «Lo que sabemos es por los medios. No hablan con el espectro educativo. Van en solitario y no negocian los planes ni las alternativas. Provoca una inseguridad tremenda», condena Tomás Pérez, secretario de la Federación de Servicios Públicos de UGT, que añade que con las medidas conocidas actualmente «Castilla y León no está preparada para una vuelta segura». «Entendimos que en marzo fuera todo improvisado. Ahora, no», apostilla.

La portavoz de Stecyl, Christina Fulconis, asegura que «la Consejería ha esperado a que el Ministerio le dijera por dónde tirar, el Ministerio tampoco ha liderado y  los perjudicados son alumnos, profesores y familias». «Tendríamos que saber ya todos los planes posibles. El escenario es de incertidumbre porque solo sabemos que cada centro tiene su propio protocolo y están a la espera, a estas alturas, de que se lo aprueben».

Elena Calderón, responsable educativa autonómica de CCOO, aporta un diagnóstico similar: «Existe mucho desconcierto. Nadie sabe lo que va a pasar. Si confinan una clase, qué sucede después. Qué pasos se dan. ¿Y con los hermanos? Además, no han contado con la comunidad educativa. Han perdido la oportunidad de adelantarse a los rebrotes», opina.

La presidenta de Anpe, Pilar Gredilla, califica de «completamente deficiente el protagonismo de la Consejería de Educación». «No da criterios claros. Tampoco hay reuniones en la mesa sectorial, ni ningún plan que explique qué consecuencias tendrán los rebrotes en una zona».

Alumnado-Mascarilla

INSEGURIDAD Y PREOCUPACIÓN

El clima entre los docentes es de incertidumbre, según sus representantes sindicales. «Hay mucha preocupación por desconocimiento», indica Elena Calderón (CCOO).

Su compañera de Csif, Isabel Madruga, afirma que «los profesores harán lo que puedan con lo que tienen para que sea lo más seguro posible, pero la vuelta es preocupante». «Los centros no son guarderías y la presión social por mantener las aulas abiertas está ahí. Existe una gran inseguridad jurídica y poco respaldo». Madruga defiende que «sería recomendable que hicieran como en alguna comunidad en la que se firma un documento que exime al profesor de cualquier riesgo si ocurre algo».

También Tomás Pérez, de UGT, expone que «reina la preocupación y el miedo entre el profesorado». «No se siente seguros. Los han dejado solos. Les han dicho ahí lo tenéis, apañaos y que los equipos directivos se apañen. Los docentes deberían ser los primeros en conocer los planes, cuando los haya. No tiene que haber un plan B, sino un C, D, E, F…».

Christina Fulconis (Stecyl) ve a Castilla y León «en una situación muy arriesgada» pero está convencida de que «los profesores van a ser muy responsables, aunque tienen muchas dudas y pocas certezas de la Consejería».

En el mismo sentido, Pilar Gredilla (Anpe) manifiesta que apuesta «por un inicio presencial», pero matiza: «Queremos que sea seguro y eso está en duda. Estamos desangelados».

Alumnado-Gimnasio-Mascarillas

MISMOS ESPACIOS

Los sindicatos no encontraron la complicidad de Educación en su reclamación de utilizar espacios municipales próximos a los centros para garantizar más distancia entre el alumnado, y critican las distancias reales entre pupitres. Isabel Madruga (Csif) relata que «se pidieron locales cercanos porque adaptar algunos espacios en determinados colegios e institutos es complicado, pero lo descartaron diciendo que ‘se arreglan más o menos’».

Fulconis (Stecyl) añade que la petición se sustentaba en que «muchos centros no disponen de aulas suficientes para el desdoblamiento recomendable para que la vuelta al cole fuera duradera».

«Tendremos clases de 40 y 50 metros con 25 alumnos con mascarilla, cuando en los bares piden máximo 10 personas, no corresponde y es muy arriesgado».

Elena Calderón (CCOO) critica también que «no se han hecho estudios de espacios para mantener medidas de seguridad y desdoblar bajando el alumnado».

RATIOS DE ALUMNOS «ALTÍSIMAS»

«Curioso tener casi los mismos ratios que antes de la pandemia, pero con mascarillas, señalización y geles», así resume CCOO su descontento por unos ratios fijados en 22 escolares para Infantil y Primaria y 25 para Bachillerato y Secundaria. Lo mismo opina UGT, que tilda de «excesivo» esa cantidad de estudiantes.

Anpe ve «insuficiente la reducción porque la separación de metro y medio va a ser imposible y el control del correcto uso de las mascarillas por los docentes, difícil».
Csif señala que «hay aulas en las que los alumnos están separados y otras que no. Controlar la interacción es complejo y, sin duda, lo apropiado serían 12 o 15 alumnos por aula para tener seguridad».

Para Stecyl la disminución no alcanza objetivos: «Vamos a tener prácticamente las mismas ratios y los mismos espacios. Cuando al principio el Ministerio dijo que 15 alumnos, tan contentos, pero después cambió y lo dejaron a criterio de las comunidades y en Educación ya se ve que no se invierte».

«FALTAN PROFESORES»

800 incorporaciones nuevas no cubren las expectativas de los docentes para garantizar distancia y seguridad.  «Los protocolos de julio ya están anticuados y en el aula se requiere una supervisión constante por lo que los 800 profesores más se van a quedar muy cortos», señala Tomás Pérez.

Elena Calderón afirma que «no se toca ni a un profesor por centro. Tenemos más de 1.000 centros. Hace falta más personal pero el problema principal es que se necesita compromiso e inversión».
Coinciden Isabel Madruga –«si pedimos la reducción de ratios, alguien tendría que atender a ese alumnado»– y Pilar Gredilla –«resulta fundamental la implementación de recursos materiales y humanos en esta pandemia y no se dan cuenta»–.

Christina Fulconis indica que la contratación prevista «se queda muy corta para la necesidad de Castilla y León»: «Nos importa garantizar la enseñanza presencial, sobre todo en las primeras etapas por sociabilidad. Necesitan el contacto con otros niños y al profesor, no solo para que les enseñen conceptos, sino para que les orienten».

Alumnado-Autobus

COMEDOR Y TRANSPORTE ESCOLAR

«No tenemos claro qué ocurrirá en los comedores, con la limpieza, ni con los autobuses escolares. En la ESO no hay monitor ¿se encarga el autobusero de vigilar que la mascarilla?», cuestiona CCOO. «En los comedores habrá turnos pero no hay normas claras. La Consejería pasó la pelota a los equipos directivos para que ejecuten sin recursos cada uno su plan», agrega Stecyl.

DIFICULTAD EN LAS ENTRADAS ESCALONADAS

 «Los profesores no dejan de llamarnos porque desconocen todo», indica Isabel Madruga. Elena Calderón arguye que «para que haya unas correctas entradas y salidas escalonadas, las clases en vez de 55 minutos deberían ser de 45. Primero reducir al profesor la duración de las horas lectivas en 5 o 10 minutos para que le encaje el horario y se pueda controlar esas salidas y los pasillos».

PETICIÓN DE REFUERZO SANITARIO y SOCIAL

Una premisa: «El profesorado no es personal sanitario», apunta Csif.

Desde Stecyl piden «coordinación» de los equipos Covid –los docentes más focalizados a los protocolos de cada centro– y la formación en prevención de riesgos. «Los docentes no sabemos distinguir síntomas».

Anpe insiste en que «hace falta un seguimiento sanitario en los centros y la figura de la enfermera escolar, que si antes ya era importante, ahora es imprescindible».

UGT advierte de que «a la escuela van niños con patologías y no se ha reforzado la enfermería escolar. También niños con necesidades de integración con capacidades diversas ¿Qué planea la Junta para ellos? ¿Planea algo?», pregunta.

FORMACIÓN EN RIESGOS Y EN TIC

La pandemia obligó a descubrir de un día para otro la enseñanza telemática a estudiantes y docentes, muchos sin haber tenido contacto con las tecnologías en su carrera y, además, sin una pauta sobre cómo proceder.

Por ello, CCOO asegura que «los profesores necesitan formación en TIC y metodologías. No podemos otra vez trasladar la clase presencial a la on line sin más. Hay que cambiar métodos, por ejemplo, no sólo mandar fichas».

CSIF resalta que «hay que aprender de los errores cometidos en el confinamiento, dotar a los profesores de recursos y formarles». Desde Anpe subrayan que «la enseñanza virtual tiene muchas lagunas. Ahonda en la brecha digital y social, aparte de los problemas de conectividad de esta Comunidad».

UGT coincide en que «hace falta formación específica» y Stecyl añade que es «necesaria aunque se está más preparado que el 14 de marzo». Eso sí, matiza que «no por la Consejería, sino por cada uno de los centros».

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