Nos alejamos de la perspectiva histórica del laicismo introduciendo nuevos cultos en la escuela

La recientemente promulgada Ley de educación, LOMLOE, ha sido todo un jarro de agua fría para el laicismo: no solo ha mantenido el adoctrinamiento de las religiones en la escuela y en el currículo… sino que se introducen otros cultos.

Espacio de Opinión

El adoctrinamiento confesional de menores avalado por el Estado y la Ley de Educación viola la Convección de Derechos del niño.

El Islam en la escuela: otra concesión más a la intolerancia y al clericalismo

Algunas comunidades autónomas están implantando la clase de religión islámica en la enseñanza Primaria y Secundaria. Esto, en verdad, deriva de unos acuerdos -ley del año 1992 que el PSOE impulsó con el apoyo del PP- que a modo de mini concordatos con cada religión minoritaria (islam, evangélica y judía) se reproducen, con menores prerrogativas, los privilegios que tiene el catolicismo en el Concordato del año 1979.

En estos mini concordatos, al igual que en el Concordato con el Vaticano del año 1979 , se prevé la posibilidad de introducir el adoctrinamiento religioso confesional en las escuelas. Si bien para el catolicismo es de oferta obligatoria en todos los centros y niveles educativos (en la actualidad, las diferentes administraciones pagan más de 700 millones de euros a más de 18.000 catequistas católicos esparcidos por el sistema educativo para dar «clase» de religión), para estas religiones minoritarias, como el islam, lo serán en los centros que de común acuerdo se establezcan.

no religion

El clero de las religiones minoritarias en España, al entender que es imposible acabar con los privilegios de la Iglesia católica, se conforma con recibir algunas migajas del Estado y asimilarse a los privilegios de ésta. Tradicionalmente, por ejemplo, el evangelismo español era defensor radical del Estado laico, sin embargo, desde hace ya años se está alejando de la perspectiva histórica del laicismo que venían siempre defendiendo los pastores de sus iglesias y en la actualidad el clero de las iglesias evangélicas de origen nacional negocia con el Estado un tratamiento similar al de la Iglesia católica, exigiendo financiación para su culto: una verdadera traición a los dirigentes históricos del evangelismo español que siempre defendieron, bajo el franquismo, un Estado laico, y que denunciaron el vergonzoso concordato con el Vaticano y algunos pagaron con la cárcel la defensa de la libertad de conciencia.

La Iglesia Católica está encantada de que se extiendan los privilegios que ella tiene al resto de religiones porque, así, éstos se verán más legitimados. Esto es un sin sentido porque en vez de avanzar hacia un Estado laico nos encaminamos aun estado multiconfesional con predominio del confesionalismo católico.

La recientemente promulgada Ley de educación ha sido todo un jarro de agua fría para el laicismo: no solo ha mantenido el adoctrinamiento de las religiones en la escuela y en el currículo, sino que, además, ha mantenido los privilegios de los colegios católicos y concertados que amplifican la segregación social en nombre de la «libertad de educación», además de reírse de todos los movimientos sociales, como la marea verde, que han estado reclamando, por décadas, una escuela pública y laica.

Hace muchos años ya que el socialismo español ha tirado su tradición histórica de defensa de la escuela pública y laica abrazando la escuela privada y católica y sus dirigentes hace ya años que llevan a sus hijos – ¡cómo no! – a los colegios elitistas. La OCDE ha venido a demostrar, empíricamente, que después de la renta, el principal factor que refuerza la segregación social y la desigualdad en nuestro país es la segregación del sistema educativo en su niveles primarios y secundarios en una doble red, cuestión que parece no importar a la recién estrenada Ministra de Educación, Pilar Alegría, quien ha declarado, entre loas de admiración por parte del presidente de la patronal de colegios católicos y de la presidenta de la ultra reaccionaria  y filo opusina Confederación de padres y madres católicos,  «la  red de colegios concertados tiene una importancia capital».  Es esta misma ministra es quien también ha declarado, a modo de pitonisa tuerta, que «Cataluña seguirá siendo España en el año 2030», denotando un gran dogmatismo y simplismo en todo lo que dice.

Pero volviendo al adoctrinamiento de los menores en la religión islámica: se podrá argumentar que esta situación es una adaptación al pluralismo religioso que ha traído la inmigración en la maleta, pero, en verdad, no es más que un nuevo adoctrinamiento de menores que se utiliza, además, para apuntalar el privilegio del catolicismo de catequizar en todo el sistema educativo español. Somos conscientes que los políticos más reaccionarios están utilizando la religión islámica para enfrentar a la sociedad y para rentabilizar este asunto electoralmente sustentado en un discurso xenófobo basado en el supremacismo colonial ya que se intenta asociar al cristianismo con la civilización y al islamismo con la barbarie o el atraso.

Algunos de estos políticos, en un alarde de erudición y  finezza han llegado a identificar la tortilla de patatas con el chorizo, los toros y la Semana Santa con la identidad intrínseca de España. Todo esto bebe del pensamiento reaccionario finisecular español, pero eso no puede justificar que las fuerzas progresistas y que abogan por la libertad de conciencia de las personas, justifiquen el adoctrinamiento de menores en las escuelas como algo necesario para contrabalancear este discurso reaccionario. En verdad, la libertad de educación, la libertad de elección de centro, la religión en la escuela etc. son etiquetas que se utilizan para mantener privilegios socioeconómicos y también ideológicos.

En nuestro país no se avanza en nada en el laicismo ya que se sigue apuntalando el Estado criptoconfesional católico donde ahora, de forma subordinada, se introducen otros cultos. Sabemos que la nueva Ley de libertad de conciencia que pretende el Gobierno será más de los mismo: una burla a la libertad de conciencia y las personas que no somos creyentes en las religiones o somos ateos y humanistas o tenemos una concepción religiosa no clerical.

Los curas católicos, los pastores evangélicos y los imanes islámicos están de acuerdo en que se garantice el adoctrinamiento de «sus» menores en las escuelas. Lo que es una vergüenza y viola la Convección de Derechos del niño es que el adoctrinamiento confesional de menores se avale por el Estado y la ley en aras de una supuesta tolerancia y al dictado de todos los clericalismos.

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