PISA Estudiantes de bajo rendimiento: por qué se quedan atrás y cómo ayudarles a tener éxito

Políticas que pueden ayudar a romper el ciclo de falta de compromiso y rendimiento bajo

El primer paso para los gobiernos es hacer del bajo rendimiento una prioridad educativa – y convertir esa prioridad en recursos adicionales. Dado que el perfil de los estudiantes de bajo rendimiento varía mucho entre los países, enfrentarse al bajo rendimiento requiere una acción múltiple, adaptada a las circunstancias de cada sistema educativo.

Un plan para reducir el bajo rendimiento, puede incluir las siguientes medidas:

  • Desmantelar las múltiples barreras de aprendizaje.
  • Crear un entorno de aprendizaje en las escuelas que sea exigente y ofrezca apoyo a los estudiantes.
  • Ofrecer refuerzo escolar tan pronto como sea posible.
  • Animar a los padres y las comunidades locales a involucrarse en la vida escolar.
  • Inspirar a los estudiantes para que saquen el mayor rendimiento posible a las oportunidades educativas.
  • Identificar a los estudiantes de bajo rendimiento y diseñar una estrategia adecuada a su perfil.
  • Ofrecer refuerzo individualizado a los colegios y las familias desfavorecidas.
  • Ofrecer programas de refuerzo especiales para los estudiantes de origen inmigrante, que hablen una lengua minoritaria o que provengas de zonas rurales.
  • Atacar los estereotipos de género y dar apoyo a las familias monoparentales.
  • Reducir las desigualdades en el acceso a la educación preescolar y limitar la separación de los alumnos por nivel académico.
  • Políticos, profesores, padres y los propios estudiantes todos tienen un papel importante que jugar.

Resumen

Demasiados alumnos en todo el mundo están atrapados en un círculo vicioso de bajo rendimiento y desmotivación, que los hace seguir sacando malas notas y perder aún más su compromiso con su escuela. Lo que es peor, un rendimiento bajo en la escuela tiene consecuencias a largo plazo, tanto para el individuo como para el conjunto de la sociedad. Los alumnos que no rinden adecuadamente a los 15 años tienen más riesgo de abandonar los estudios por completo. Cuando una gran proporción de la población carece de habilidades básicas, el crecimiento económico de un país a largo plazo se ve amenazado.

Los resultados de PISA 2012 muestran que más de uno de cada cuatro alumnos de 15 años de los países de la OCDE no habían alcanzado un nivel de conocimientos básicos en al menos una de las tres asignaturas principales evaluadas por PISA: lectura, matemáticas y ciencia. En números absolutos, esto significa que cerca de 13 millones de alumnos de 15 años en los 64 países y economías participantes en PISA 2012 mostraron un bajo rendimiento en al menos una asignatura.

Reducir el número de alumnos con bajo rendimiento no solamente es un objetivo legítimo de por sí, sino que además es una manera efectiva de mejorar el rendimiento de conjunto de un sistema educativo (y la equidad, ya que los alumnos con rendimientos bajos provienen, con mayor frecuencia, de familias desfavorecidas socioeconómicamente). Alemania, Brasil, la Federación Rusa, Italia, México, Polonia, Portugal, Túnez y Turquía, por ejemplo, mejoraron su rendimiento en matemáticas entre 2003 y 2012 reduciendo la proporción de alumnos con bajo rendimiento en la materia. ¿Qué tienen en común estos países? No mucho; se trata de un grupo de lo más cultural y socioeconómicamente diverso. Ahí está la lección: todos los países pueden mejorar el rendimiento de sus alumnos con las políticas adecuadas y la voluntad de ejecutarlas.

Múltiples factores de riesgo actuando a la vez

Los análisis muestran que un rendimiento bajo a los 15 años no es el resultado de un único factor de riesgo, sino más bien de una combinación y acumulación de varias barreras y obstáculos que afectan a los alumnos a lo largo de sus vidas. ¿Quién tiene más probabilidades de tener un rendimiento bajo en matemáticas? En promedio en los países de la OCDE, una alumna desfavorecida socio-económicamente que viva en una familia monoparental y en una zona rural, de origen inmigrante, que en casa hable un idioma distinto al de las clases, que no haya recibido educación preescolar, haya repetido un curso y esté recibiendo formación técnica-profesional tendrá un 83% de probabilidades de presentar un bajo rendimiento.

Aunque estos factores contextuales pueden afectar a todos los alumnos, en el caso de los alumnos con un bajo rendimiento, la combinación de factores de riesgo es más perniciosa para alumnos socio- económicamente desfavorecidos que para los más favorecidos. De hecho, todas las características demográficas consideradas en el informe, así como la falta de educación preescolar, aumentan más la probabilidad de tener un rendimiento bajo entre alumnos desfavorecidos que entre los más favorecidos, en promedio en los países de la OCDE. Sólo repetir un curso e inscribirse en un programa de formación técnico-profesional resulta más pernicioso para los alumnos favorecidos. En otras palabras, no es sólo que los alumnos menos favorecidos suelan acarrear más factores de riesgo, sino que tales factores causan un mayor impacto en su rendimiento.

Actitudes menos positivas hacia la escuela y el aprendizaje

Los alumnos con un bajo rendimiento suelen mostrar menos perseverancia, motivación y confianza en sí mismos en matemáticas que los alumnos con mejor rendimiento; también faltan más a clases o a días completos de escuela. Los alumnos que han faltado a las clases al menos una vez en las dos semanas anteriores a la prueba PISA tienen una probabilidad casi tres veces superior de tener un rendimiento bajo en matemáticas que los alumnos que no faltaron a clase.

Más sorprendente puede resultar que los alumnos con un bajo rendimiento en matemáticas pasan una cantidad de tiempo similar a los alumnos con un mejor rendimiento realizando ciertas actividades matemáticas, como programar ordenadores o participar en competiciones matemáticas. Tienen más probabilidades de participar en un club de matemáticas y de jugar al ajedrez después de las clases, quizá porque estas actividades se les presentan como lúdicas y están basadas en interacciones sociales.

Menos apoyo de parte de profesores y escuelas

Los alumnos de escuelas en las que los profesores apoyan más a sus alumnos y mantienen la moral alta tienen menos probabilidades de tener un bajo rendimiento, mientras que los alumnos cuyos profesores tienen bajas expectativas con ellos y se ausentan con más frecuencia tienen más probabilidades de tener un rendimiento bajo en matemáticas, incluso teniendo en cuenta el nivel socioeconómico de los alumnos y las escuelas.

Además, en los centros escolares con mayor concentración de alumnos con rendimiento bajo, la calidad de los recursos educativos es inferior, y la escasez de profesorado más acusada, en promedio en los países de la OCDE, incluso teniendo en cuenta el nivel socioeconómico de los alumnos y los centros escolares. En los países y economías en los que los recursos educativos están distribuidos de manera más equitativa entre los centros escolares, hay menos casos de rendimiento bajo en matemáticas, y más de alumnos de alto rendimiento, incluso al comparar sistemas educativos con recursos de calidad similar.

Los análisis también revelan que la coexistencia de alumnos favorecidos y desfavorecidos al interior de las escuelas (inclusión social) está más relacionada con proporciones menores de alumnos con bajo rendimiento en un sistema educativo que con proporciones mayores de alumnos de alto rendimiento. Estos resultados indicarían que los sistemas que distribuyen de manera equitativa entre las escuelas tanto los recursos educativos como los alumnos podrían beneficiar a los alumnos con rendimientos bajos sin menoscabo de los alumnos destacados.

Resumen España

El bajo rendimiento en la escuela puede tener consecuencias severas para los estudiantes y para la sociedad en su conjunto. Los estudiantes que tienen un bajo rendimiento a los 15 anos tienen una mayor probabilidad de abandonar la escuela y mayor dificultad para conseguir trabajos bien remunerados. Cuando una alta proporcion de la poblacion carece de los conocimientos y habilidades basicos, el crecimiento a largo plazo de un pais puede verse comprometido.

  • En 2012, 24% de los estudiantes de Espana tuvo un bajo rendimiento en matematicas (media OCDE: 23%), un 18% en lectura (media OCDE: 18%), un 16% en ciencias (media OCDE: 18%), y un 10% en las tres materias (media OCDE: 12%).*
  • Mas de 95.000 estudiantes espanoles de 15 anos tuvieron un bajo rendimiento en matematicas, y unos 42.000 estudiantes tuvieron un bajo rendimiento en las tres asignaturas (matematicas, lectura y ciencias).
  • Aproximadamente un 29% de los estudiantes de 15 anos en Espana asiste a escuelas donde un 30% o mas de los estudiantes tienen un bajo rendimiento en matematicas y un 6% asiste a escuelas donde la mitad o mas de los estudiantes tienen un bajo rendimiento.
  • El porcentaje de estudiantes de bajo rendimiento en matematicas aumento 1 punto porcentual entre el 2003 and 2012 en Espana; en lectura el porcentaje se redujo en 3 puntos porcentuales entre 2003 y 2012; en ciencias el porcentaje se redujo en 4 puntos porcentuales entre 2006 y 2012.

El bajo rendimiento no es el resultado de un solo factor de riesgo, sino más bien de la combinación y acumulación de varias barreras y desventajas que afectan a los estudiantes a lo largo de sus vidas. De media en los países de la OCDE, la probabilidad de tener un bajo rendimiento en matemáticas es mayor para los estudiantes socio-económicamente desfavorecidos, las chicas, los estudiantes de origen inmigrante, los que hablan una lengua en casa distinta a la utilizada en la escuela, los que viven en hogares monoparentales, los que asisten a escuelas en zonas rurales, los que no han recibido educación preescolar (o han recibido un año o menos), los que han repetido curso y también los matriculados en formación técnico-profesional. En España, la probabilidad de tener bajo rendimiento en matemáticas es mayor para las chicas, los estudiantes socioeconómicamente desfavorecidos y de origen inmigrante y para los que no han recibido educación preescolar (o solo un año o menos), han repetido un curso y están matriculados en Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI).

  • Un 40% de estudiantes socio-económicamente desfavorecidos en España tuvo un bajo rendimiento en matemáticas en 2012, mientras que solo un 8% de los estudiantes favorecidos no alcanzó el Nivel 2.
  • Un 52% de los estudiantes que han repetido curso en España tuvieron un bajo rendimiento en matemáticas, mientras que sólo un 9% de los estudiantes que nunca han repetido curso tuvieron un bajo rendimiento.
  • En 2012, un 43% de los estudiantes de bajo rendimiento en matematicas en Espana perdieron un dia entero de colegio al menos una vez (media OCDE: 23%); este es uno de los porcentajes mas altos de entre todos los paises y economias que participaron en PISA 2012. Entre los estudiantes que puntuan por encima del nivel basico de aptitud (Nivel 2), un 24% perdio al menos un dia de colegio (media OCDE: 12%).
  • En 2012, los estudiantes espanoles de bajo rendimiento en matematicas dedicaron de media 4.7 horas a la semana a hacer deberes (media OCDE: 3.5 horas/semana), mientras que los estudiantes con un rendimiento por encima del nivel basico de aptitud (Nivel 2) dedicaron 7 horas a la semana (media OCDE: 5.3 horas/semana).

Los estudiantes en España tienen una menor probabilidad de tener bajo rendimiento cuando asisten a colegios concertados y socioeconómicamente favorecidos.

  • En España, los estudiantes de colegios socioeconómicamente desfavorecidos tienen una probabilidad 2.6 veces mayor de tener un bajo rendimiento que los estudiantes de colegios favorecidos (media OCDE: 11.3 veces más probable), después de ajustar por el estatus socioeconómico de los estudiantes.
  • Un 29% de los estudiantes en España que asisten a colegios públicos tuvieron un bajo rendimiento en matemáticas; un 15% de los estudiantes en colegios concertados tuvieron un bajo rendimiento en matemáticas; y un 10% de los estudiantes en colegios privados tuvieron un bajo rendimiento.

Países tan diversos económica y culturalmente como Brasil, Alemania, Italia, México, Polonia, Portugal, la Federación Rusa, Túnez y Turquía han reducido su proporción de estudiantes de bajo rendimiento en matemáticas entre 2003 y 2012. ¿Qué tienen estos países en común? No demasiado: el porcentaje de estudiantes de bajo rendimiento en 2003 era muy distinto entre estos países, así como su crecimiento económico durante ese período.

Precisamente ahí radica la lección: todos los países pueden mejorar el rendimiento de sus estudiantes, siempre y cuando existan la voluntad de poner en práctica las políticas educativas adecuadas.


Informe completo OCDE

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