PISA 2015, de nuevo vuelven las intrepretaciones

  • pisa-2015El gobierno español y la Junta de Castilla y León lo han celebrado como si se hubiese ganado una especie de Champions educativa
  • Los resultados que sitúan a España en el mejor de los casos en la media de la OCDE (en matemáticas por debajo) se debe al descenso generalizado de las puntuaciones PISA en todos los países de la OCDE,
  • El resultado no puede achacarse a la LOMCE (aún no desarrollada en ese momento en 3º o 4º de ESO) ya que se realizaron las pruebas de PISA en la primavera del 2015, bajo el paraguas de la LOGSE y la LOE.
  • Curioso tanto triunfalismo educativo cuando los resultados españoles ocultan mucha desigualdad y una dispersión muy significativa desde un punto de vista territorial.
  •  PISA no evalúa los conocimientos que se adquieren en la escuela per se.
  • El prologo de las pruebas dice: “PISA no está diseñado para evaluar el aprendizaje de los contenidos específicos fijados en los programas de las escuelas (…). Tampoco está pensado para evaluar el desempeño de los docentes ni los programas vigentes».
  • PISA se centra en el reconocimiento y valoración de las destrezas y conocimientos adquiridos por los alumnos al llegar a sus quince años. La adquisición de tales destrezas y conocimientos es fruto de numerosas circunstancias familiares, sociales, culturales y escolares.

La prensa

España llega a la nota media en PISA tras la caída generalizada en el resto de países

  • La reducción de la media de la OCDE y la mejora en Lengua y Matemáticas facilita a España igualarse, aunque no logra limar la brecha entre comunidades
  • Estas desigualdades –de 66 puntos sobre 500– se explican en un 50% por los niveles socioeconómicos. El índice que los mide es el tercero a la cola en la tabla
  • Educación habla de «verdadero éxito» y detecta como único problema la tasa de repetidores: el 31% de los alumnos de 15 años, 20 puntos más que la media
El ministro de Educación en la presentación de los resultados PISA 2015. / MECD

El ministro de Educación en la presentación de los resultados PISA 2015. / MECD

España ha conseguido llegar a media de la OCDE en PISA 2015, un acercamiento que ha facilitado en buena parte la caída de esa puntuación media de referencia en Matemáticas, Lectura y Ciencias. Los estudiantes españoles, además, han mejorado en las dos primeras competencias, según las primeras conclusiones del Ministerio de Educación sobre los datos que ha dado a conocer la organismo internacional este martes.

En la Evaluación Internacional de Estudiantes de la OCDE ( PISA 2015) han participado por primera vez estudiantes de todas las comunidades autónomas –excepto las ciudades de Ceuta y Melilla–, concretamente 37.205 procedentes de 980 centros educativos. El estudio se ha hecho en esta ocasión sobre una muestra total de más de 535.000 chicos y chicas de 15 años –independientemente de su curso escolar– de 72 países diferentes.

La nota de los alumnos y alumnas españoles se iguala a la media de la OCDE en Ciencias –la competencia medida con mayor detenimiento en esta edición– con 493 puntos, la superan en Lectura con 496 frente a 493 y se quedan ligeramente rezagados en Matemáticas con 486 puntos, cuatro menos que la media de 490. En PISA 2012, la distancia entre los resultados españoles con la nota media era de entre cinco y diez puntos, una diferencia que desaparece por la caída de esa media en 2015: siete puntos menos en Ciencias, cuatro por debajo en Matemáticas y tres puntos inferior en Lectura.

Este acercamiento de resultados también lo explica, además, una mejoría de casi diez puntos en Lectura entre 2012 y 2015: de 488 a 496 puntos. Dos puntos escalan los estudiantes en Matemáticas, pero hacen el camino inverso en Ciencias, con tres por debajo. Estas últimas variaciones son en términos estadísticos pocos significativas al tomarse las medidas sobre una puntuación total de 500.

Con estas cifras, España ocupa el puesto 21 en competencia lectora (al nivel de Estados Unidos o Reino Unido), el 25 en destrezas matemáticas (como Islandia o Italia) y el 24 en habilidades científicas (a la altura de Suecia y Francia). En el top de la lista de Lectura están Canáda (527) y Finlandia (526); Japón (532) y Corea del Sur (524) en Matemáticas; y de nuevo Japón (538), Estonia (534) y Finlandia (531) en Ciencias.

«Un verdadero éxito en situación de crisis»

El Ministerio de Educación se ha felicitado por los datos porque, interpretan, «por vez primera se rompe la brecha educativa y España se sitúa al nivel de los países más avanzados del mundo», ha dicho el ministro Íñigo Méndez de Vigo en la presentación de los resultados, donde ha puesto en valor el trabajo de los docentes.

El Director General de Evaluación ha incidido también en el «verdadero éxito» que supone que «en una situación de crisis, España haya conseguido aumentar en dos competencias evaluadas».

Méndez de Vigo ha aprovechado la ocasión para justificar, en relación al futuro pacto educativo, que «no hay que empezar de cero ni hacer tablas rasas». «El sistema educativo español es un buen sistema educativo que evidentemente podemos mejorar», ha añadido. El secretario de Estado Marcial Marín asocia la mejora al «liderazgo pedagógico», al aumento de la «autonomía de los centros» y a las medidas de «atención a la diversidad» de las comunidades autónomas.

PISA no mide per se lo que se aprende en la escuela, como explica la propia OCDE: «No está diseñado para evaluar el aprendizaje de los contenidos específicos fijados en los programas de las escuelas (…). Tampoco está pensado para evaluar el desempeño de los docentes ni los programas vigentes». Pese a ello, normalmente el examen se presenta como una vara objetiva para evaluarlo, y ese mismo discurso es el que utilizan muchos gobiernos. El PP, por ejemplo, basó una parte de la reforma de la LOMCE en los resultados de PISA 2009, números que José Ignacio Wert mandó revisar a su llegada al Ministerio en 2011.

Lo que en realidad mide la OCDE en este informe trianual es la literacia, un conjunto de conocimientos entre los curriculares son solo una parte: está también la educación familiar, el aprendizaje no formal… En definitiva, los conocimientos y destrezas –fruto de diversísimas circunstancias familias, sociales, culturales y escolares– que ha adquirido un estudiante a los 15 años de edad.

La brecha entre comunidades se mantiene

Entre esas mejoras, los datos de PISA revelan que la desigualdad entre comunidades permanece tan acentuada o más que hace tres años. En Matemáticas ha aumentado a 66 puntos frente a los 55 de PISA 2012. En Lengua se queda 47, un punto más que en Ciencias. Castilla y León, Madrid y Navarra son las comunidades con mejores resultados en las tres áreas, a las que se suma Aragón en Ciencias, Galicia en Lectura y Ciencias y La Rioja en Matemáticas. Estas desigualdades se explican en un 50% por las diferencias sociales, económicas y culturales. En PISA 2012, Educación situaba esa cifra en el 85%.

Otra fuente de desigualdad son todas las circunstancias que se aúnan en el Índice Social, Económico y Cultural (ISEC) y responden casi en un 40% a las distancias en la puntuación. Son la ocupación profesional y el nivel educativo de las familias –el factor que más influye, con hasta 60 puntos de diferencia– y los recursos disponibles en el hogar (número de libros o dispositivos digitales).

España, cerca de «contextos desfavorecidos»

El valor de este índice en España es mucho más bajo (-0,59) que la media de la OCDE (-0,04) y que los países cercanos, lo que sitúa a nuestro país dentro de un subconjunto con Rumanía o Chile casi a la cola de la tabla. Nuestro país, por ejemplo, triplica el porcentaje de estudiantes cuyos padres tienen nivel educativo bajo y medio bajo respecto a la media de la UE (25% frente al 8%). Al final de la serie, solo dos puestos por debajo de España, están México y Turquía (definidos como contextos desfavorecidos) y, a la cabeza, Islandia (0,73) y Dinamarca (0,59).

Pese a esta situación, los estudiantes españoles obtienen unas puntuaciones medias algo más altas que las esperadas para su nivel de ISEC. Aunque despojando los resultados de este valor, los alumnos y alumnas aumentarían bastante su puntuación en Ciencias: hasta en 14 puntos.

El Ministerio de Educación no se ha detenido en detalles sobre este índice. Sí ha incidido, en su única referencia a la equidad, en que España ha conseguido reducir el porcentaje de estudiantes «rezagados» y ya está por debajo de la media de la OCDE. En Matemáticas bajan dos puntos, del 24% al 22% –la media estaba y se mantiene en 23%–, en Lectura está en el 16% –frente al 20%– y en Ciencia en el 18% –21% en la OCDE–.

Aunque hay menos estudiantes en el nivel 2 de la tabla o inferior–de seis en total–, el porcentaje de chicos y chicas de 15 años en España que están en el otro extremo de la vara de medir —niveles 5 y 6– es muy pequeño: solo el 6% de los chicos y el 4% de las chicas en Ciencias, frente al 8% y al 6%, respectivamente, de la OCDE. «Esto implica la dificultad de nuestro país para impulsar a que nuestros alumnos ofrezcan lo mejor que pueden dar de sí mismos en unas pruebas externas», justifica el informe que ha redactado el Ministerio de Educación con los resultados.

La brecha de género en el rendimiento en según qué areas tampoco ha logrado reducirse. Las chicas continúan siendo mejores en Lectura (505 puntos frente a 484) y los chicos en Matemáticas (una distancia de 16) y Ciencias. La falla que se abre con la población migrante es más ancha que en la OCDE y la UE con 44 puntos de diferencia. También hay algunas desigualdades entre los centros públicos, privados y concertados. En general, los segundos obtienen mejores puntuaciones en España, con una diferencia de unos 30 puntos en la línea de la OCDE y la UE.

Uno de cada tres son repetidores

Aunque Educación ha impregnado la presentación de datos de optimismo, ha llamado la atención sobre lo que a su juicio –y el de PISA– es un problema considerable: la tasa de repetidores. Uno de cada tres alumnos y alumnas de 15 años está repitiendo curso (un 31%), unas cifras «realmente alarmantes por lo que suponen de coste social y económico para el país». Son 20 puntos más que la media europea.

El documento elaborado por Educación incide, no obstante, en el 58% de estos chicos y chicas está dentro del nivel 2 o en adelante, de manera que «en ciencias tienen adquiridas al menos las competencias básicas». Esto, concluye, «invita a recomendar la revisión de las políticas de repetición».

La atención en esta edición se ha puesto en Ciencias, área que ha sido objeto de un mayor número de mediciones, como lo fuera Matemáticas en 2012. El 29% de los alumnos dice que espera trabajar en algo relacionado con ciencias, un porcentaje cinco puntos más alto que la media. Los alumnos y alumnas españoles, además, tienen bastante interés por temas científicos –puesto 11 de la tabla– y el ámbito científico les despierta motivación tanto en la escuela (intrínseca) como fuera de ella (extrínseca), especialmente esta última, por encima de la media de la OCDE.

Castilla y León lidera de nuevo los resultados académicos en España en el informe PISA

pisa

Castilla y León ya es líder de la educación en España. El informe PISA, presentado hoy, corrobora la tendencia que apuntaba la semana pasada otra evaluación externa de prestigio, TIMSS, y sitúa a la región por delante de Navarra por primera vez. Y lo que es más importante. Si se barajan los resultados de Castilla y León con los de los 72 países participantes, resulta que la región sería la séptima del mundo en resultados. Por delante solo se sitúan Singapur, Japón, Canadá, Estonia, Finlandia y Corea del Sur.

PISA mide las competencias de los estudiantes de quince años en Matemáticas, Ciencias, Lectura y Resolución de problemas colaborativos. En Lectura, Castilla y León obtiene un cuarto lugar global, solo adelantada por Singapur, Canadá y Finlandia.

La media PISA de Castilla y León es de 516 puntos, uno por delante de Navarra (515) y tres sobre Madrid (513). La región participa desde el año 2003, primero en el que se permitió participar a comunidades autónomas. Los resultados muestran una curva ascendente en las cinco evaluaciones realizadas desde entonces: 501, 504, 511, 511 y 516.

El lado negativo de este éxito lo presenta la excesiva diferencia con las comunidades españolas con peores resultados. Aunque la media española es de 492, Canarias obtiene apenas 470 puntos y Andalucía, 473. Cifras que muestran una España educativa de dos velocidades.

Las medidas concretas

¿Por qué una comunidad como Castilla y León, que no es de las más ricas precisamente, saca tan buenos resultados en los informes internacionales? Fuentes de la Consejería de Educación explican que «toda la comunidad educativa trabaja en una misma dirección», desde los padres, que «siempre le han dado mucha importancia a la escuela porque quieren para sus hijos los estudios que ellos no tuvieron», hasta los profesores, que se ven sometidos a un mayor grado de exigencia. «Los aspirantes a maestros dicen que aquí es muy difícil sacarse la oposición», aseguran las mismas fuentes, que añaden que «existe una paz social con los sindicatos docentes» que no se da en otras comunidades autónomas.

Francisco Michavila, director de la cátedra Unesco de Gestión y Política Universitaria de la Universidad Politécnica de Madrid, recalca que en esta región «se ha buscado mucho el diálogo», mientras que en otras autonomías, como la Comunidad Valenciana, que no tiene buenos resultados, «la educación es un elemento de conflictividad«.

El matemático Manuel de León, que hace un año realizó un trabajo con propuestas de mejora en Matemáticas para Castilla y León, cuenta que, en esta comunidad autónoma, comenzaron a abrirse los colegios públicos los sábados por la mañana durante el mes de julio para que los profesores dieran clases particulares gratuitas a los alumnos de 4º de la ESO a los que les hubiera quedado para septiembre Matemáticas o Lengua.

La medida fue muy criticada inicialmente por los sindicatos, pero pronto entendieron que los alumnos respondían muy bien y, además, se mostraron conforme con la retribución asignada (31 euros por hora). Actualmente se sigue haciendo esta iniciativa durante el verano, aunque sólo de lunes a viernes. Los colegios están abiertos en horario de mañana para que, en grupos reducidos, los críos de 15 años (precisamente la generación Pisa) puedan aprobar en septiembre y sacarse la Secundaria.

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