El «abuso» de los asociados

La Universidad de Valladolid ha perdido 289 trabajadores del cuerpo de personal docente y de investigación, la plantilla a la que las siglas identifican como PDI. Este saldo en negativo lo extrae la sección del Sindicato de Trabajadores de Enseñanza en Castilla y León (STECyL) en la institución académica. Ese descenso es del 10,5% respecto a los efectivos con los que contaba la entidad que ahora dirige Daniel Miguel en este apartado laboral hace cuatro años. Esa merma se reparte en un 10% menos de funcionarios y un 11% menos de laborales.

La organización hace una radiografía de las dotaciones disponibles en las distintas sedes de la UVA. Las peores paradas de la conjugación de cifras son Soria y Palencia. El sindicato señala que en lo que afecta al PDI funcionario, el recorte de personal en el campus soriano es de casi el 23%. Los representantes de STECyL tratan de buscar la explicación a esta disminución y la encuentran en el «evidente efecto de la aplicación indiscriminada de la tasa de reposición que, además del límite que plantea, no tiene en cuenta que en buena medida el acceso a figuras de funcionario en la Universidad es más una promoción que un aumento de plantilla en sí».

El informe también acerca la lupa del análisis al personal laboral. Y en concreto, subraya para mal el descenso experimentado en la dotación de ayudantes, «el futuro de la Universidad», como lo definen los representantes del sindicato profesional. Esta plantilla se ha quedado reducida a la mitad a lo largo de este último cuatrienio, aunque lo más sangrante es su desaparición en los campus de Palencia y de Soria.

Sin embargo, los efectivos docentes que más han notado los recortes y una tasa de reposición insuficiente y ridícula han sido los profesores asociados. Muchos de los alrededor de 400 que dejaron de renovar han recuperado la plaza, matiza el informe de STECyL. Sin embargo, el saldo negativo es de 102 que se han quedado por ese camino en el conjunto de las cuatro sedes.

Como era de presuponer, el campus segoviano María Zambrano es uno de los que más ha sufrido ese obligado tijeretazo porque sus centros se nutrían de este perfil docente. Entre 2011 y el ejercicio actual, la UVA en Segovia ha perdido 49 profesores asociados. Pasa de los 134 que trabajaban hace cuatro años a los 85 contratados este curso. En términos relativos, ese 36,5% de reducción supone el descenso más acusado de los cuatro distritos que componen el entramado de la Universidad de Valladolid.

Incumple la ley

Si se acerca más la lupa, el sindicato escudriña en las categorías del PDI y sonsaca que solo las sedes palentina y vallisoletana cumplen la ley. Otra forma de decirlo es que la plantilla de funcionarios en Segovia y Soria está muy por debajo del 51% que marca la norma. «En ambos casos no superan el 23% del total de efectivos de personal docente y de investigación», constata el informe de STECyL.

En el caso concreto del campus público María Zambrano, la representatividad del profesorado asociado es mayor que la suma del resto de figuras laborales, concluye el estudio. El 42,2% de los funcionarios docentes en los centros de Segovia son asociados. Para la organización profesional que ha elaborado el informe, «existe un abuso de esta figura de bajo coste laboral y una descompensación».

Un punto a favor es que el personal de funcionarios en la sede segoviana de la UVA es el más joven de toda la institución académica. A día de hoy, ninguno supera los 65 años y uno de cada tres está en la horquilla de entre 45 y 49 años. La edad media que arroja el estudio del Sindicatos de Trabajadores de Enseñanza apenas supera los 48 años.