¿El profesorado es inclusivo? Formación inicial y competencias para la inclusión.
«Las Administraciones públicas implicadas deben revisar con celeridad los planes de formación docente»
«Muchos/as docentes consideran que la diversidad genera una carga adicional que no pueden gestionar adecuadamente»
«La formación impartida actualmente en las facultades de Formación del Profesorado no otorga al profesorado las competencias necesarias para atender a la diversidad del aula desde un enfoque inclusivo»
El estudio «La formación inicial docente para la educación inclusiva» del Servicio de Información e Investigación Social (SIIS) de la fundación Eguía Careaga recomienda empezar por los cimientos, la formación universitaria de los futuros maestros, para que sean agentes de cambio y no perpetúen prácticas no inclusivas que no garantizan el aprendizaje y la participación de todos los alumnos.
El estudio surge con el debate sobre los cambios de planes de estudio de las facultades de educación infantil y primaria. El Gobierno debe aprobar un marco común antes del mes de junio. En los borradores de proyectos de órdenes ministeriales sólo incluyen un módulo (Fundamentos de la inclusión educativa y atención a la diversidad), de 6 créditos ECTS, de los 240 créditos de la carrera. Las autoras del estudio afirman que “este cambio es totalmente insuficiente e irrelevante si se trata de capacitar al profesorado para que materialice la inclusión en las aulas, desarrolle actitudes inclusivas y dé la posibilidad de generar prácticas de enseñanza más equitativas”.
El informe afirma que la educación inclusiva progresaría con la incorporación de nuevos maestros bien formados no sólo de forma teórica sino en la práctica. Actualmente, apenas hay una materia dedicada a la inclusión en las facultades de Educación españolas, y, en algunas, es optativa. Como consecuencia, la formación generalista que se ofrece “termina perpetuando prácticas docentes que dificultan la participación, rendimiento y desarrollo” de alumnos con más necesidades.
La publicación propone a la administración que incremente el número de créditos (ECTS) dedicados a esta cuestión y amplíe determinadas competencias profesionales como las socioemocionales que mejoran la empatía, la gestión de conflictos y la inteligencia emocional. O competencias en pedagogías inclusivas, competencias digitales así como en perspectiva de género. Asimimo, hace hincapié en la necesidad de incorporar en el currículum de maestros y profesores de secundaria la práctica reflexiva para analizar las propias creencias y reajustar sus estrategias pedagógicas con una mentalidad más abierta y adaptativa. Finalmente ve necesaria la cultura de trabajo en equipo.
- «El profesorado constituye un promotor activo de la educación inclusiva».
- «El sistema educativo español adquirió un compromiso formal con la educación inclusiva a partir de la celebración de la Conferencia de Salamanca».
- «Una visión reducida de la educación inclusiva comprende las funciones de apoyo como acciones diferenciadas que presta el profesorado especialista fuera del aula ordinaria».
- «La educación inclusiva requiere un enfoque coordinado y colaborativo con otros/as profesionales educativos y con las familias».
- «La preparación para la diversidad cultural debe formar parte integral de la formación inicial».
El estudio pone de manifiesto la importancia de integrar, de manera transversal, las competencias para la educación inclusiva en la formación inicial del profesorado.
Las investigaciones coinciden en apuntar que el profesorado de primaria, seguido de cerca del de educación infantil, muestra mayores niveles de autoeficacia que el profesorado de secundaria, que se siente menos competente para llevar a cabo una educación inclusiva, lo que puede deberse a una menor preparación pedagógica y didáctica
«En nuestro país, la ausencia de formación inicial docente sobre el verdadero significado de la educación inclusiva y de competencias docentes para atender las necesidades de un alumnado diverso deriva irremediablemente en la reproducción de planteamientos vinculados al modelo deficitario, perpetuando así la segregación y la exclusión educativa»
Recomendaciones:
- Incremento del número de créditos ECTS dedicados a la educación inclusiva.
- Ampliación del marco de competencias profesionales docentes.
- Fomento de las prácticas de colaboración.
- Participación en proyectos de investigación-acción e innovación.
- Reconfiguración del prácticum.
Una de las limitaciones centrales observadas radica en la desconexión entre la teoría abordada en las universidades y las posibilidades reales de aplicación en la práctica de aula.
Otras aportaciones. ¿CÓMO DEBE SER LA FORMACIÓN INICIAL DOCENTE? COMPETENCIAS DOCENTES PARA LA INCLUSIÓN
- Este trabajo también pone un énfasis especial en la necesidad de que el profesorado desarrolle una comprensión profunda de la perspectiva de género durante su formación inicial. Se subraya la importancia de incorporar contenidos específicos que permitan a los y las futuros/as docentes identificar y cuestionar los estereotipos de género y las dinámicas de poder que pueden perpetuar desigualdades dentro del aula.
- Con relación al desarrollo de competencias culturalmente sensibles, se propone que los y las futuros/as docentes adquieran habilidades que les permitan adaptar su práctica pedagógica para incluir las diferentes perspectivas culturales de su alumnado. La preparación para la diversidad cultural debe formar parte integral de la formación inicial.
- La formación inicial debe incluir una capacitación específica en competencias digitales para responder a las diferentes necesidades del alumnado y, sobre todo, ofrecer procesos de enseñanza y aprendizaje más accesibles para todos y todas
- Competencias reflexivas
- Competencias socioemocionales
- Competencias colaborativas
- Competencias en pedagogías inclusivas
- Competencias para la igualdad de género
- Competencias culturalmente sensibles
- Competencias digitales inclusivas