Anulan como docente a una profesora de un colegio público por estar separada y recurrir a la fecundación ‘in vitro’
- La Consejería de Educación contesta: «No podemos hacer nada. El Arzobispado comunicó su decisión en tiempo y forma» (aunque pago yo, tendría que haber añadido)
- Una profesora de religión no puede separarse, ni tener otra pareja, ni someterse a una fecundación in vitro.
El arzobispo y presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, retira el certificado de idoneidad que le permitía dar religión en un colegio público por no haber «reconducido su forma pública de vida»
Una profesora de religión no puede separarse, ni tener otra pareja, ni someterse a una fecundación in vitro. Al menos es lo que se traduce de la decisión que ha tomado el Arzobispado de Valladolid respecto a una docente que llevaba 16 años impartiendo clases en colegios públicos, y que se ve ahora en el paro y con dos niñas pequeñas, por lo que acudirá a los tribunales.
La delegada diocesana de enseñanza, en nombre del arzobispo cardenal Ricardo Blázquez, que también es presidente de la Conferencia Episcopal, remitió el pasado 5 de julio una extensa carta a la afectada comunicándole la retirada de confianza, después de haber mantenido varias reuniones a lo largo de varios años en las que se la inquirió sobre su vida personal a raíz de «comentarios».
La primera vez que el Arzobispado se reunió con ella fue hace más de seis años. En ese momento se le informó de su «situación de irregularidad matrimonial» pues «había llegado a saber» que se había separado y que «mantenía una relación con otro hombre». Una situación que la docente reconoció.
La ‘missio canonica’
Manifestó además su deseo de ser madre. Se le comunicó entonces que no se le entregaría la missio canonica (el encargo para enseñar en nombre de la Iglesia la Religión y Moral católicas en los distintos niveles formativos de la escuela pública y privada ) y que, o bien buscaba «un consejero» para «solucionar su matrimonio», o bien estudiaba unas oposiciones para encontrar otro trabajo. Lo cierto es que el Arzobispado la mantuvo como profesora.
En una segunda cita en la que manifestó «espontáneamente» haber tenido dos niñas con la pareja que tenía después de su separación, se le transmitió que «su forma de vida» quebrantaba el compromiso de «recta doctrina» y de «dar testimonio de vida cristiana».
La solución para el Arzobispado era instar la nulidad del matrimonio anterior y «regularizar» su «situación marital». Así, en abril de 2016, la profesora entregó una carta de encargo a un abogado para iniciar los trámites de nulidad de su matrimonio.
No fue suficiente, ya que el Arzobispado siguió obteniendo datos de la vida privada de la profesora. «Durante la primavera de este año hemos venido a saber que también abandonó la segunda convivencia y que mantiene una tercera con otro hombre», dice el escrito. Por ese motivo se la volvió a convocar y «de nuevo fue informada de lo irregular de su vida familiar y de identidad y testimonio debido del profesor de religión».
Pero los informes sobre la vida de esta mujer no dejaron de llegar al Arzobispado. «En mayo de este año surgen comentarios sobre esta situación de irregular convivencia marital por parte de padres del centro en el que imparte clases, que se dirigieron a la delegada de enseñanza de la Diócesis, mostrando disgusto por su testimonio público», asegura la carta.
Según el Arzobispado, era objeto de «comentarios públicos reiterados» en la Diócesis de Valladolid. El obispo auxiliar la hizo llamar el pasado 28 de junio, para «analizar la renovación de la missio canonica «. Fue cuando se le recordó que siendo profesora de Religión y Moral Católica contrajo matrimonio canónico «que no resolvió ante los tribunales eclesiásticos», que una vez obtenido el divorcio civil, contrajo matrimonio con un segundo hombre con el que tuvo dos hijas, pero se le recordó que sin iniciar los trámites de nulidad del primer matrimonio, resolvió el segundo y que «en la actualidad mantiene una convivencia estable con un tercer hombre divorciado y con tres hijos». Estos son motivos, para el Arzobispado para retirarle su confianza para que ejerza como docente. Al menos sobre el papel.
La afectada ha relatado a eldiario.es que, aunque no se ha incluido en el escrito, se le llegó a reprochar que hubiese sido madre por el método de fecundación in vitro. A través de varios escritos dirigidos al obispo auxiliar, de quien no ha recibido respuesta, la profesora subraya que sus hijas «son hijos de Dios y una gracia de misericordia que roza el milagro» a la vez que lamenta que algunas personas cometan un delito «al vulnerar datos especialmente protegidos por Ley».
También explica que su vida ha sido dura y que su matrimonio fue «un descalabro» del que le costó recuperarse y del que prefiere no dar detalles. Advierte además de que las quejas recibidas no son de padres del colegio donde daba clases, sino del centro al que acudían sus hijas, del Opus Dei. «Como muchas mujeres me he equivocado en mis elecciones. He sido una mujer anulada. Se nota su más absoluta insensibilidad a la realidad de muchas mujeres», asegura.
A últimos de julio, la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León extinguió su contrato al haber perdido el requisito esencial de la missio canonica, regulado por un Real Decreto. El director general de Recursos Humanos reconoció que había mantenido varias reuniones con la docente. «No podemos hacer nada. El Arzobispado comunicó su decisión en tiempo y forma», comentó.
El Evangelio y la Biblia como argumentos
Aunque la Junta es quien contrata a los profesores de religión, es el Arzobispado quien los nombra y quien deja de hacerlo si lo estima oportuno. «La Dirección Provincial de Educación no ha tenido ninguna queja sobre esta profesora», reconoció. La retirada de confianza sobre los docentes de religión es relativamente frecuente. «En este momento tenemos otras dos idoneidades retiradas por parte del Arzobispado de León. Hay años en que tenemos una, otros ninguna, pero ocurre, sí», admitió.
El Arzobispado de Valladolid remitió a eldiario.es a su representante legal, quien explicó que para retirar la confianza a un profesor no es necesario abrir un expediente. «El Arzobispado ha mantenido reuniones con esta persona durante varios años y no, no hay un informe pero se le ha remitido una carta con los motivos», remarcó. Sobre las razones que hacen posible concluir que un docente está fuera de la «recta doctrina» y una normativa en la que basar esa decisión, el letrado remitió a eldiario.es a «el Evangelio», «la Biblia» y «miles de escritos que pueden encontrarse en internet» ya que no existe un procedimiento reglado.
- Noticia: eldiario.es