Desaparecen 14 escuelas por falta de niños

Las unidades educativas no abrirán el próximo curso si no alcanzan el cupo mínimo de cuatro matriculados en Infantil y Primaria / La mayoría tienen tres alumnos y confían en salvar el aula.

El problema de despoblación que arrastra el medio rural en las últimas décadas y el aumento de la tasa de envejecimiento tiene una consecuencia directa para las familias más jóvenes con niños en edad escolar, que se ven obligados a desplazarse todos los días a otras localidades para acudir al colegio porque en sus localidades no llegan al cupo mímino de cuatro estudiantes para mantener abiertas las unidades educativas.

El goteo de cierres se repite año tras año en Castilla y León y, a falta de dos meses para que comience el próximo curso escolar 2017/2018, la Espada de Damocles pende sobre 14 centros de la Comunidad que, por el momento, no han conseguido reunir al número suficiente de alumnos como para continuar la enseñanza Infantil y Primaria, es decir, entre los 3 y los 12 años de edad. En estos casos los niños se cuentan con una mano, y sobran dedos.

Unidades-4Alumnos-CyLAunque todavía se trata de datos provisionales –facilitados por la Consejería de Educación–, y la mayoría de los enclaves confía en agotar los plazos para lograr las matriculaciones que permitan mantener las puertas abiertas de sus escuelas, el tiempo corre en su contra y muchos de los consultados se muestran pesimistas o se confiesan inmersos en una agonía que, tarde o temprano, desembocará en el temido cierre.

Además, reconocen estar ante un delicado dilema donde, por un lado, apuestan por el mantenimiento del servicio, por cercanía y porque «aporta vida» al municipio y, en el otro lado de la balanza, ganan peso argumentos como la socialización de los niños al estar con otros de su edad, o la mejor calidad de la enseñanza cuando se trata de clases diferenciadas por edad en lugar de compartir aulas independientemente del curso en el que se hayan matriculado aunque las materias estén adaptadas a cada rango.

En todo caso, si no logran los cuatro alumnos necesarios, los progenitores pasarán de llevar a los niños al colegio a tener que acercarlos a la parada de autobús para que puedan trasladarse a los centros de referencia, situados a varios kilómetros de distancia, una alternativa que incluye también tener que quedarse en el comedor escolar.

De las 14 unidades de Castilla y León que no han conseguido ese cupo mínimo en el primer periodo de matriculación, seis dan prácticamente por finalizada la actividad educativa y los otros ocho restantes aún tienen esperanzas de que, bien en los periodos extraordinarios o bien a través de la llegada de alguna familia con niños a la localidad, aunque sea fuera de plazo, puedan lograr el cupo, porque tienen tres adscritos y ‘sólo’ necesitarían uno más para mantener abiertas la escuela.

Dentro del conjunto de la Comunidad, León y Salamanca destacan como las provincias con más ejemplos de unidades educativas ‘en peligro’, al sumar cuatro en cada caso.

SALAMANCA

La Consejería de Educación ya da prácticamente por cerradas dos en Salamanca, las ubicadas en las localidades de Villasrubias y Villar de Peralonso, con 249 y 289 habitantes respectivamente, y alberga esperanzas con las otras dos, Cabeza del Caballo y Garcibuey, con 338 y 196 vecinos censados, según las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística, INE.

En esta provincia se da, además, la circunstancia de que Cabeza del Caballo es la última unidad que permanece abierta dentro del Centro Rural Agrupado María Magdalena, por lo que Educación tendría que buscar otro centro de referencia, si se cierra este último aula. También curiosa es la situación de Villar de Peralonso, porque hasta ahora era cabecera del CRA El Tomillar, que tendrá que reubicar el centro de referencia dentro de alguna de las otras dos unidades que sí continúan.

LEÓN

En León, la otra provincia con más posibilidades de cierre, las cuatro localidades ‘en la cuerda floja’ tienen ya tres alumnos matriculados y, por tanto, aún albergan la esperanza de no ‘caerse al vacío’, al menos este próximo curso. Se trata de Lillo del Bierzo, Susañe del Sil, Santa María de la Isla y Villademor de la Vega.

En el primer caso, si no es posible inscribir a un nuevo alumno, los otros tres tendrían que ir al CRA de Fabero, municipio del que ya dependen como pedanía y que está colindante, por lo que no se trata de un problema de distancia, sino de apostar por que se mantengan los servicios educativos en los dos núcleos.

En Susañe del Sil tampoco la distancia sería excesiva, pues el CRA que les corresponde está ubicado en Páramo del Sil, a poco más de seis kilómetros. En este caso los tres estudiantes que de momento se han matriculado están en primero y segundo de Primaria.

Santa María de la Isla repite problemática, con tres alumnos en primero, tercero y quinto de Primaria, que no son suficientes para mantener abierta la unidad y, de no lograr otra matriculación, tendrían que desplazarse al CRA de Soto de la Vega, su localidad de referencia a más de diez kilómetros.

El cuarto ejemplo en la provincia de León es Villademor de la Vega, donde los vecinos en edad escolar tendrían que acudir al CRA Vega del Esla, en Toral de los Guzmanes, situado a cuatro kilómetros, aunque, según pudo saber este periódico, los padres de los alumnos están en contacto con familias de la zona para que la unidad educativa no desaparezca.

SORIA

La misma lucha están librando en Deza, la única en el listado correspondiente a la provincia de Soria. Allí el Ayuntamiento está apurando los plazos para atraer a alguna familia con niños en edad escolar, con un puesto de trabajo como ‘gancho’, pues ofrecen la gestión del bar social. Si no, un niño de cuatro años de segundo de Infantil, otro de ocho de tercero de Primaria y otro de nueve de cuarto de Primaria, deberán desplazarse al CRA Campos de Gómara, en Gómara, a casi 25 kilómetros.

ÁVILA

También con un caso está la provincia de Ávila. Se trata de Narros del Castillo, un pueblo de 171 al sur de La Moraña, perteneciente al CRA Santa Teresa de Crespos, a poco más de 11 kilómetros. En este caso, la Consejería lo da por cerrado.

BURGOS

En Burgos el municipio en duda sobre la continuidad de la escuela es Cilleruelo de Abajo, con 235 habitantes censados. Aunque hay tres matriculados, esos tres alumnos deberán viajar aproximadamente 15 kilómetros a Torresandino para acudir a clase en el CRA Antonio de Nebrija.

SEGOVIA

En la provincia de Segovia el único caso detectado es el de Garcillán, también con tres escolares y dispuestos a no rendirse para alcanzar el cupo mínimo y que no sea necesario acudir al CRA Los Llanos de Valverde del Majano, situado a ocho kilómetros.

VALLADOLID

En Valladolid destaca el caso de Casasola de Arión y en Zamora Pereruela está inmerso en salvar la unidad que, además, es la última del centro educativo de Santa Eufemia.

PALENCIA: ECHAN EL CIERRE UN COLEGIO Y TRES CENTROS INFANTILES

A las unidades educativas en riesgo por falta de alumnos, cuyo anuncio de cierre no será definitivo hasta que finalicen en septiembre los plazos extraordinarios de matriculación, se suman las supresiones ya definitivas y oficiales de cuatro centros por falta de actividad en los dos últimos cursos.

 

Se trata de la Escuela Infantil ‘El Mundo’, de Poza de la Vega y la Escuela Infantil ‘San Cristóbal, de Prádanos de Ojeda, ambas en la provincia de Palencia; así como la Escuela Infantil de Santibáñez de Tera, en Zamora, porque los ayuntamientos de las localidades han solicitado su supresión, al no tener previsión de que haya más escolares, según explicaron fuentes de la Consejería de Educación.

Lo mismo ocurre con el Colegio de Educación Infantil y Primaria ‘La Penilla, en Castrejón de la Peña, Palencia, cuyos alumnos se escolarizan ya en el CEIP Modesto Lafuente de Cervera de Pisuerga.

CASASOLA PONE EL CANDADO PESE A TENER 4 ALUMNOS

Aunque en la mayoría de las localidades consultadas los ayuntamientos apuestan por mantener abierta la escuela, al considerar que se trata de un servicio que da más vida al pueblo, el caso de Casasola de Arión, en la provincia de Valladolid, es diferente, pues ha sido el propio alcalde quien explicó que había solicitado a la Dirección Provincial de Educación el cierre de la unidad educativa, a pesar de que sí cuenta con el cupo mínimo necesario de cuatro alumnos.

Así, partir del mes de septiembre, cuando arranque el nuevo curso 2017/2018, los niños de esta localidad –pertenecientes a dos familias de origen rumano, tal y como explicó el regidor– tendrán que recorrer poco más de ocho kilómetros en autobús hasta Mota del Marqués para dar clase.

Aunque en un primer momento las familias afectadas mostraron sus reticencias por tener que desplazarse, finalmente parece que mostraron su conformidad, pues los niños tienen garantizado el servicio de transporte y comedor escolar.

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