La recuperación económica no llega a la escuela pública pero sí a la concertada

De puntillas y con sigilo, el Gobierno está poniendo la zancadilla a la educación pública y engordando la concertada.

La noticia que he oído esta mañana en la Cadena SER confirma que vivimos en la sociedad el ruido y del brillo y que mientras nos quedamos hipnotizados por los hechos más llamativos, ni nos fijamos en aquello que nos está robando la cartera social.

De puntillas y con sigilo, el Gobierno está poniendo la zancadilla a la educación pública y engordando la concertada. La crisis sirvió para justificar recortes en la pública que a día de hoy sigue 6.500 millones por debajo de la cifra pre crisis mientras que la concertada se salvó y a día de hoy recibe 160 millones más que cuando comenzó dicha crisis.

El Gobierno ha presentado siempre sus políticas como las únicas razonables frente al sectarismo de sus adversarios; y frente a las únicas posibles, frente a las fantasías contables de los demás. Eran, en toda circunstancia, la única respuesta realista, técnicamente indiscutible, respuestas regidas por el más puro sentido común.

Ya se ha comentado suficientemente lo que este pensamiento ha significado en el terreno económico. Cada cual sabrá cómo valora la superación contable de la crisis al precio social que se ha cobrado. Pero, ha pasado más inadvertido este contrabando ideológico del que les hablamos esta mañana. Se ha introducido en nuestra sociedad como la sobre prima a la educación concertada que se aceptó como complementaria de la pública y que está creciendo sobre sus escombros.

El Gobierno acumula motivos para ser puesto de patitas en la calle, últimamente aún más. Solo con este bastaría, porque es un atentado contra uno de los pilares básicos de nuestra sociedad democrática. Sí, parece claro que hay que cambiar el Gobierno. El problema es saber cambiarlo por quién.

Por segundo año consecutivo, el gasto en conciertos educativos ha batido récords y supera los niveles anteriores a la crisis.

Por segundo año consecutivo, el gasto público en enseñanza concertada marcó un récord. En 2016, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Educación, las Administraciones educativas gastaron en concierto 6.055 millones de euros, casi 140 más que en 2015 y la cifra más alta de la serie histórica que arranca en 1992. Con respecto a 2009, el año en el que ha habido más inversión educativa en España, el gasto en concertada ha subido en casi 165 millones de euros. Si hacemos la comparación con 2012 – cuando el Partido Popular llegó al Gobierno – ha aumentado en 346, 6 millones (un 6,11%).

La enseñanza pública, sin embargo, aún sigue por debajo de los niveles precrisis: en 2016 se alcanzaron los 41.500 millones, 6.400 millones menos que en 2009. Con respecto a 2012 la inversión en educación pública supera ya en 753 millones la que había entonces aunque sigue muy lejos de sus mejores años.

A las cifras de inversión hay que añadir que el número de alumnos entre 2009 y 2016 ha aumentado en la enseñanza pública en 493.449 (un 9,85%). En los centros privados – que incluye concertados y no concertados – ha subido en 176. 165 (7,2%). 

El sociólogo de la Educación, José Saturnino Martínez, ve en estas cifras el reflejo de una apuesta ideológica especialmente en algunas comunidades autónomas: «Está aumentando la concertada en comunidades como Madrid que están dando más facilidades para que se abran plazas en la concertada y hay una visión de la pública más como subsidiaria de la iniciativa privada en educación».

Madrid y Murcia son las comunidades donde más ha aumentado el gasto en conciertos en los últimos siete años, aunque en 2016 la subida fue generalizada. Solo bajó a la inversión en este tipo de centros en Castilla La Mancha respecto al año anterior.

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