Yo soy de pueblo, ¿y qué pasa? Con estas rotundas palabras podríamos comenzar un relato, una historia, incluso una fábula, pero son unas palabras que expresan el orgullo de pertenecer a una realidad, una realidad cada día más palpable y en la que nos encontramos con más contras que pros. Sin embargo, nosotros somos más de “pros” y estos son los que impulsamos.