Desde el ámbito educativo, exigimos el cumplimiento de los compromisos tomados en las grandes cumbres: acuerdo sobre biodiversidad en COP15
Desde el ámbito educativo debemos concienciar al alumnado sobre la necesidad de proteger y permitir la recuperación de la mitad del planeta en un estado natural, con ecosistemas integrales, funcionales y conectados, así como gestionar toda la tierra y los océanos de manera sostenible.
Los países se comprometieron a proteger al menos 30 % de las áreas terrestres y marítimas del mundo para 2030, para revertir décadas de destrucción ambiental.
Esta guerra absurda contra la naturaleza y contra nosotros misma debe finalizar. Y para ello es necesaria la implicación política, el compromiso social y la participación ciudadana.
El tiempo va pasando y necesitamos hacer las paces con la naturaleza de forma inmediata.
El pasado 19 de diciembre finalizó la Conferencia de Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica en Montreal (Canadá), COP15, la cual pretende la creación de un mundo en armonía con la naturaleza.
Algunas representaciones hablan de acuerdo histórico, el que se logró en el último día de negociaciones, después de dos semanas, para orientar las acciones mundiales en favor de la naturaleza de aquí a 2030
El documento derivado de la misma recoge los compromisos internacionales para frenar la pérdida de la biodiversidad antes de 2030, a través del establecimiento de un plan de acción.
Bajo el marco de las Naciones Unidas existen varios espacios de negociación, a nivel internacional, sobre la protección de la salud planetaria. Todos ellos están dirigidos a tratar la problemática del cambio climático, la desertificación y la pérdida de la biodiversidad.
El acuerdo derivado de la COP15 es esencial para definir medidas para hacer las paces en la naturaleza, proteger la biodiversidad marina y costera y restaurar los ecosistemas degradados.
Tras la celebración de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el cambio climático en Egipto, COP27, y con dos semanas de negociación entre manos, hemos podido observar que el documento final en el que han participado los líderes internacionales, lejos de renovar y extender los acuerdos alcanzados en el Acuerdo de París, no muestra avances respecto a la COP26 celebrada en Glasgow en cuanto a la mitigación, siendo los derechos humanos los grandes olvidados.
El plan estratégico del marco incluye medidas concretas para detener y revertir la pérdida de la naturaleza, incluida la protección del 30% del planeta y el 30% de los ecosistemas degradados para 2030.
Desde la Confederación Intersindical consideramos que estas cumbres deben ser trascendentales para avanzar hacia la justicia climática.
Exigimos soluciones firmes, reales y comprometidas que vayan acompañadas de los recursos necesarios para llevarlas a cabo, especialmente por parte de los países con mayor nivel de desarrollo y la cooperación internacional, protegiendo así a aquellos territorios más vulnerables frente al cambio climático.
De acuerdo con Guterres, secretario general de Naciones Unidas, «estamos viviendo un momento crítico para la humanidad. El colapso de la biodiversidad en el planeta es real y un millón de especies se encuentran en peligro de extinción«.
Es necesario tomar medidas inmediatas.
Lo que está en juego no podría ser más crítico: el planeta está experimentando un peligroso declive en la naturaleza como resultado de las actividades humanas. El planeta está sufriendo la mayor pérdida de vidas desde la época de los dinosaurios. Son ya un millón de especies de plantas y animales las que están en peligro de extinción, gran parte de las cuales lo estarán en cuestión de unas décadas.
Esta guerra absurda contra la naturaleza y contra nosotros misma debe finalizar. Y para ello es necesaria la implicación política, el compromiso social y la participación ciudadana.
