Informe PISA 2022, esperado batacazo global.

• Los “buenos datos” de Castilla y León en PISA, creciendo un punto Lectura y cinco en Ciencias y
disminuyendo 3 puntos en matemáticas, avalan las tesis de STECyL-i que defendió la presencialidad y la contratación de docentes durante la pandemia para permitir unas aulas seguras.
• La caída sin precedentes del promedio OCDE -y aún mayor de la UE-, a cuenta de la pandemia, deja patente que las “pantallas no educan” y que la figura del profesorado es clave en el proceso de enseñanza y aprendizaje.
• El Estado español cosecha sus peores resultados en 23 años, pero paradójicamente queda más cerca que nunca del promedio de la OCDE.
• Reemplazar docentes por software no funciona.

PISA 2022

Las capacidades que mide PISA dependen poco o nada de las escuelas, sino porque ni siquiera dependen de los cambios pedagógicos y políticos que PISA propone. Por eso cada vez más expertos consideran que PISA no solo es un fracaso, sino un fraude, pues no sirve para cumplir su objetivo principal, que es ayudar a la mejora de las escuelas y los sistemas educativos.

No es admisible creer que unas puntuaciones de las pruebas de PISA muestran la calidad de los sistemas educativos, la capacidad del profesorado, el desarrollo de los estudiantes, y la mejora de la sociedad.

PISA no realiza un seguimiento longitudinal de la evolución de los estudiantes (de dónde se partía cuando se inició el proceso educativo o que transformaciones se han logrado).

Enrique Javier Díez Gutiérrez. Profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de León

Se hace imposible no opinar y valorar los resultados del archiconocido “Informe PISA”, que pretende medir si las alumnas y alumnos con 15 años de 81 países tienen las destrezas suficientes para incorporarse al mercado laboral, según su propia definición, que a veces se confunde con el rendimiento académico.

Si hablamos desde un enfoque competencial -tan de moda-, el estudio trata de valorar la capacidad de acción que tiene el alumnado para activar los recursos de que dispone con objeto de resolver satisfactoriamente aquellas tareas que se les presenta. Dicho de otra manera, evalúa la capacidad individual de movilizar, con vistas a una acción, conocimientos teóricos y prácticos, saber hacer y comportamientos en función de una situación laboral concreta y cambiante, en función de actividades personales y sociales.

La importancia del trabajo y esfuerzo desarrollado por el profesorado de Castilla y León durante el confinamiento y la pandemia para no dejar a ningún alumno, a ninguna alumna, atrás, así como el apoyo y la dedicación de las familias han propiciado estos resultados. Garantizar los desdobles de aulas con la contratación de profesorado necesario para reducir al máximo el número de alumnas y alumnos por aula puede ser uno de los factores que han incidido en este resultado. Ofrecer los suficiente refuerzos y apoyos en este contexto y continuar con la bajada de ratios invirtiendo lo suficiente en la educación pública será sustancial para continuar en este proceso.

Desde STEs-i y STECyL-i, siempre hemos criticado este estudio, que sigue una lógica neoliberal caracterizada por:

  • Evaluaciones externas y estandarizadas, para una rendición de cuentas sin tener en cuenta las causas que provocan los malos resultados; competencia como motor de la productividad; establecimiento de ranking y preparación para el mercado laboral sin una visión integral de la educación.
  • Está basado en el mundo de la empresa y en el concepto de empleabilidad.
  • La educación bajo un enfoque neoliberal pierde de vista su función transformadora y su compromiso con la equidad y la realidad social, al centrarse en la producción de individuos competitivos.
  • Se prioriza el desarrollo de habilidades y competencias específicas para satisfacer las demandas del mercado, en lugar de enfocarse únicamente en la educación general y humanista.

Si algo nos ha demostrado la terrible pandemia que hemos sufrido, ha sido que: las relaciones humanas son educativas; que es un proceso que dura toda la vida; que la ausencia de dichas relaciones humanas genera tremendos problemas emocionales; que las pantallas y los programas informáticos pueden ofrecer formación pero no educan; que reemplazar docentes por software no funciona; que equiparar el concepto de “innovación educativa” al uso de determinadas tecnologías, tiene como finalidad la fidelización y convertirnos en clientes de pago recurrente en lugar de la transmisión  de saberes concretos y de aplicarlos.

Es el momento de subrayar el importante papel que juega el profesorado en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Llevamos años soportando la devaluación y culpabilización de las y los docentes, expuestos ante la opinión pública como primer objeto de crítica. Ha sido habitual observar en los medios aquellas ideas de que “la educación no funciona” y que el problema es que el profesorado no está preparado para la educación del siglo XXI y, por lo tanto, hay que cambiarlo todo. Con una retorcida estrategia, los think-tank -laboratorios de ideas- de los lobbies -grupos de presión- que trabajan para entidades supranacionales, pretenden arrinconar la figura de la maestra o el maestro, como un mero repartidor “low cost” de una mercancía llamada conocimiento; todo ello jaleado por una camarilla de pedagogos vendidos al mejor postor.

La Administración justificaba el naufragio educativo atribuyendo los malos resultados siempre a la falta de formación del profesorado, y no a sus propias decisiones y medidas educativas. Han sido innumerables los artículos, opiniones, comentarios que atribuyeron al profesorado la responsabilidad principal de las diferencias del sistema. Ahora, con la ausencia presencial de este, se ha producido un desplome mundial de las competencias en Matemática, Lectura y Ciencias; dejando bien a las claras que las y los docentes son insustituibles.

La Junta de Castilla y León que ahora dice tener “la mejor educación de España y de las mejores del mundo” olvida que el profesorado de Castilla y León es de los peores pagados de todo el país, que el volumen de burocracia se ha incrementado de forma insostenible en los últimos años, que la carrera profesional es incompatible con la percepción de los sexenios, que no se está planificando de forma adecuada la implantación de la LOMLOE ni la incorporación del alumnado de 0 a 3 años a los colegios públicos, que todo esto incrementa el nivel de estrés y que la salud mental del profesorado no se está cuidando. En definitiva que hay una falta absoluta de reconocimiento a quienes están haciendo posible este “éxito educativo”.

El Secretariado de STECyL-i, 7 de diciembre de 2023

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