La aplicación en la Comunidad de la contrarreforma LOMCE en Secundaria

La aplicación en la Comunidad de la contrarreforma LOMCE en Secundaria: con prisas, sin apenas diálogo ni negociación, sobre las espaldas de los docentes y sin formación previa al profesorado.

El curso pasado criticábamos las políticas de imposición e implantación de la LOMCE en Primaria y FP Básica. Una implantación que se impuso sin negociación real. Este curso la negociación en la Mesa Sectorial Docente y los informes en el Consejo Escolar sobre la implantación de la LOMCE en Castilla y León se han llevado a cabo sin el suficiente diálogo, con precipitación y unos plazos que han sido absolutamente insuficientes.

Esta implantación al galope y con un calendario imposible ha impedido un adecuado análisis, debate y realización de aportaciones a los proyectos de la Consejería de Educación por parte de los centros.

Además está tensionando y tensionará los centros en los cursos de implantación. Su aplicación recaerá sobre las espaldas del profesorado y se pone en marcha sin compromisos presupuestarios. La Consejería de Educación ha pretendido salvar el formalismo preceptivo, pero ha dado muestras de una escasa voluntad negociadora.

Novedades importantes que introducen las Órdenes del currículo e implantación de la ESO y el Bachillerato LOMCE en Castilla y León.

Las Órdenes de implantación de la ESO y Bachillerato incluyen en su redactado todos los cambios más controvertidos y conocidos que introduce la LOMCE: una nueva organización curricular en la ESO que adelanta los actuales itinerarios LOE en un curso escolar, una nueva categorización de asignaturas que puede provocar la poda de asignaturas y el abandono del carácter integral y común del currículo en la educación básica, el carácter evaluable de la asignatura de religión y la introducción de Valores éticos como alternativa, ponen fecha a las reválidas de cuarto de la ESO y a la del Bachillerato desde la concepción de la educación como una carrera de obstáculos para superar pruebas y legisla la pérdida de d la participación democrática de la comunidad de los centros, …

En la Educación Secundaria Obligatoria, (ESO):

Se pretende separar por niveles e itinerarios al alumnado cada vez más pronto. Así los programas de Diversificación Curricular, ahora PMARE, se adelantan a 2º y 3º; los Programas de FP Básica que sustituyen a los PCPI también se adelantan un año.

Su nuevo currículo establece una nueva categoría de asignaturas en troncales, específicas y de libre configuración autonómica, cuando antes todas eran troncales. Desaparece Educación para la Ciudadanía impartida antes con una hora en 2º, GH y LCL pierden una hora semanal en el conjunto de la etapa y la Religión mantiene horario en todos los cursos y gana en peso académico. El 2º idioma pierde una hora en 4º de la ESO.

Se apuntan itinerarios en tercero y cuarto de la ESO se configura con tres itinerarios distintos que obligan a decantarse a los alumnos/as cada vez más pronto.

  • En 3º de ESO se producen cambios ya de gran calado: Se establecen dos modalidades de Matemáticas (Académicas y Aplicadas) con 4 sesiones de docencia., por lo que habría de evitar que la opción elegida en matemáticas se convierta en criterio de agrupamiento para el resto de materias. Se pasa de la obligatoriedad de cursar Plástica, Tecnología y Música (2 sesiones por materia), a que el alumno opte por dos de ellas, pasando la carga docente a 3 sesiones por materia. Además elegirá otra materia optativa entre 2º idioma o Iniciación a la Actividad Emprendedora y Empresa.
  • En 4º de ESO los cambios son también muy profundos: Se establecen dos itinerarios: Enseñanzas Aplicadas y Enseñanzas Académicas. Se mantienen las materias comunes (IN, GH y LCL), pero se sustituyen las Matemáticas B y A, por las orientadas a las Enseñanzas Académicas y Aplicadas. Se establecen tres itinerarios formativos, dos dirigido al Bachillerato (uno para Ciencias con FQ y BG; otro para Humanidades y Ciencias Sociales con Economía y Latín) y uno a la Formación profesional con dos materias entre Tecnología, Ciencias aplicadas a la Formación Profesional y Actividad emprendedora y empresarial. Además, los alumnos podrán cursar bien dos materias específicas o bien una materia específica y una de libre configuración autonómica.
En el Bachillerato:

Se mantienen las tres modalidades de Bachillerato existentes con la LOE: Ciencias, Humanidades y Ciencias Sociales (con dos itinerarios que la convierten en dos modalidades diferentes por la vinculación de las troncales de modalidad) y el de Artes.

Pero el modelo LOMCE disminuye en una las materias comunes en favor de de las materias de modalidad. Es decir, se continúa con la tendencia hacia una mayor especialización y conformación de itinerarios de modalidad desde primero. Así en primero desaparece Ciencias para el Mundo Contemporáneo y la Religión pasa a ser optativa. En 2º de Bachillerato deja de ser materia común la Historia de la Filosofía (pasa a ser materia de modalidad de Humanidades y Ciencias Sociales) para ampliar la optatividad en 2º de Bachillerato.

La posibilidad anunciada de implementar un itinerario de bachillerato para poder hacer los dos cursos en tres, se queda en el aire.

Revalidas, ratios, Bilingüismo, Éxito educativo, Bachilleratos de excelencia, Proyectos de autonomía, calendario,…

Estas normas ponen también fecha a las reválidas de cuarto de la ESO y la del Bachillerato. El alumnado no obtendrá el título de la ESO si no supera una de las dos modalidades de Reválidas que se establecen al finalizar dicho curso, rompiéndose con el título común a efectos académicos. Tampoco titulará si no supera la Reválida en 2º de Bachillerato. Sobre las evaluaciones individualizadas y reválidas en 4º de la ESO y en 2º Bachillerato impuestas en la LOMCE, STECyL-i reiteró su oposición a las mismas y pidió a la administración que no se utilicen para la conformación de ranking de centros. Consideramos que los resultados de las evaluaciones que realicen las Administraciones educativas al alumnado sólo han de ser puestos en conocimiento de la comunidad educativa del propio centro y de la propia administración educativa deben tener un carácter exclusivamente diagnóstico y que no han de constar en el expediente del alumno. Además, frente al recurrente modelo de evaluación externa centrado únicamente en el rendimiento académico del alumnado, abogamos por un sistema de evaluación integral de centros y evaluación del sistema educativo.

La atención a la diversidad característica en la ESO y la puesta en marcha de la metodología didáctica en esta etapa educativa prevista (“…activa y participativa, favoreciendo el trabajo individual y cooperativo del alumnado así como el logro de los objetivos y competencias correspondientes”), se dificulta con las ratios máximas que se regulan en estas órdenes: las ratios máximas son las ya altas de la LOE y ampliadas con los recortes. También regula las ratios mínimas para impartir asignaturas específicas de opción y de libre configuración autonómica en la ESO y Bachillerato, así como las materias troncales de opción en Bachillerato. Hemos reclamado unas ratios mínimas sensibles con la situación de los IES rurales. Pero la administración, aunque deja abierta la posibilidad, no se compromete.

Impone como estructurales (la Consejería se auto legitima para su autorización) los hasta ahora programas experimentales de Bilingüismo (secciones bilingües), Éxito Educativo y el Bachillerato de Investigación/Excelencia; programas que después de años y años siguen sin ser negociados. Mucho bilingüismo pero ni una sola medida para la mejora del primer y segundo idiomas extranjero que perderá un periodo lectivo. Más bachilleratos de excelencia, pero ni una sola mejora para los bachilleratos y ni mucho menos para extender la excelencia a todos los bachilleratos.
Los órganos de coordinación docente no varían, pero se incluyen más obligaciones de reuniones para tutores sin reducción de horario lectivo. Se ha perdido una oportunidad para regular los equipos docentes de aula.

Además y como gran novedad introducen los denominados Proyectos de Autonomía, que permitirán a los centros a partir del curso 2017/18 “la gestión del currículo para ajustarlo a las necesidades y expectativas del alumnado respecto a su propia formación, el establecimiento de formas de organización, la ampliación del calendario escolar o la modificación del horario lectivo de las materias …”. STECyL-i ha manifestado su disconformidad con este modelo de proyectos de autonomía basado en la especialización curricular en Primaria y ESO y con que se permita la ampliación del calendario escolar o la modificación del horario lectivo de las materias, lo que se utilizará como elemento de competitividad- desleal- entre centros.
Sobre las espaldas de los docentes y sin apenas formación previa. Nuestro trabajo del día a día se incrementará porque habrá que elaborar la documentación que recoge en las transitorias en unos plazos muy apretados y sin formación ni asesoramiento previo alguno. Generará malestar docente porque nos freirá a documentación y a burocracia para proceder, tal y como se recoge en las transitorias, a la revisión y adaptación del proyecto educativo y elaboración de las programaciones didácticas, sin formación ni asesoramiento previo alguno y sin tiempo suficiente para el debate en los claustros.

El calendario de implantación que recogen estas órdenes es el derivado del calendario de la LOMCE. Así, en el curso próximo 2015/16 se implantará 1º y 3º ESO, PMARE (antes diversificación) de 3º de ESO y 1º de Bachillerato. En el siguiente 2016/17 se implantaría 2º y 4º de ESO, junto a 2º de Bachillerato. Las Reválidas de 4º de ESO que se realicen a finales de este curso no tendrán efectos académicos. La Reválida de Bachillerato correspondiente a las dos convocatorias que se realicen en el año 2017 únicamente se tendrá en cuenta para el acceso a la Universidad, pero su superación no será necesaria para obtener el título de Bachiller.

Así las cosas tocará continuar la movilización del profesorado y de la comunidad educativa de la enseñanza pública en contra de esta Ley y la política de recortes con las normas que los sustentan en los planos estatal y autonómico; recortes sobre los que se ha cimentado la LOMCE.

Pero ante todo, estamos obligados a dar pasos adelante y plantear alternativas de futuro para nuestro sistema educativo y el modelo de escuela pública que venimos defendiendo, más allá de lo que ahora se nos impone sin diálogo y con rodillo parlamentario en la LOMCE. Esperamos por ello que tras las elecciones, con el cambio en los parlamentos autonómicos y en el estatal, se abra un marco de diálogo político y social, especialmente al profesorado y a la comunidad educativa, que permita la paralización de esta Ley, confrontar ideas y propuestas para dar estabilidad a nuestro sistema educativo y acordar sus propuestas de mejora. Todos estamos llamados a hacer un esfuerzo de diálogo, negociación y consenso por la elaboración de una ley que apueste por la educación pública, que evite la confrontación permanente, refuerce el valor social de la educación y el reconocimiento del profesorado.

Federación STECyL-i, 11 de mayo de 2015.

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