Tino Brugos ha vuelto a España: crónica de una expulsión

Tino Brugos, coordinador de Política Sindical de la Confederación Intersindical, fue enviado a Turquía con el objetivo de verificar las condiciones en las que se celebraban las elecciones democráticas en ese país.

Tino-Brugos

El pasado 11 de mayo, 10 representantes de la Confederación Intersindical y de otras organizaciones sindicales y políticas, se pusieron en marcha rumbo a Kurdistán, con el fin de atender una invitación hecha por el HDP (Partido Democrático de los Pueblos), la tercera organización parlamentaria de Turquía. El objetivo de la misma era verificar las condiciones en las que se celebran las elecciones democráticas en Turquía y, especialmente, en las zonas de población kurda: «Ahí vas y para votar ves militares, el ejército está continuamente haciendo ostentación de la represión».

Tino Brugos, coordinador de Política Sindical de la Confederación Intersindical, fue enviado como representante de la organización.  Lo ocurrido durante el transcurso de  la visita ha sido noticia a lo largo de toda esta semana pasada.

Según relata a este medio, «existen dificultades reales y obstáculos a la libre circulación de personas, las retenciones ilegales e injustificadas, como la nuestra, el despliegue desmesurado de efectivos militares en los pocos colegios electorales que pudimos visitar, el continuo impedimento en su labor a los abnegados equipos de abogados que nos acompañaron en todo momento, el maltrato al que se sometió a una persona que nos había acompañado como chófer el día previo, que también fue ilegalmente detenido en la Comisaría de Siirt».

«A las tres horas de empezar las elecciones nos detuvieron. Me trataron como un delincuente y con la excusas de infligir su ley electoral. Era todo un paripé, con el único objetivo de alejarnos del proceso electoral. Fueron horas de negociación con las autoridades turcas. Fueron 24 horas de tensión, 24 horas sin comer, sin saber si ibas a salir de ahí. Insisto, fue un paripé porque en ningún momento nos quitaron los móviles, así pudimos ponernos en contacto con el embajador.

En esas 24 horas pudimos ver como funciona la policía turca: a los abogados los maltrataron verbalmente, al chofer lo detuvieron y lo soltaron en unas condiciones… inhumanas. La expresión física lo decía todo. Desorientado y posiblemente sonado.

La negociación se complicó cuando entró el jefe de la policía militar de la zona, ex director de la academia antiterrorista de Ankara. Un tipo peligroso y autoritario. Nos amenazó con acusarnos de un cargo de terrorismo. Con ese cargo, no podríamos haber salido del país.

No nos acusaron formalmente, nos expulsaron irregularmente, sin ningún fundamento que justificase esa expulsión. Yo fui el único fichado. Mi caso está ya en manos de Amnistía Internacional.

Nos dijeron que, si queríamos salir del país sin cargos, nos daban 15 minutos. Nos pusimos a buscar vuelos para salir de ahí cuanto antes. Nos dijeron claramente que no nos iban a pagar los billetes de vuelta. Fueron momentos de mucha tensión. Tuve miedo, ¿Quién no lo tendría?

[…] Nos metieron en un furgón policial hacia Estambul, ahí nos recibió la policía turca. Los diplomáticos nos acompañaron hasta que pudimos coger el avión. Yo fui el último».

Al ser preguntado si todo lo vivido y sufrido en esta experiencia le ha hecho replantearse su actividad sindical internacional, su respuesta fue rotunda y decidida: «No. No tengo una sola duda. Estoy donde quiero estar, con un sindicato comprometido, internacionalista y solidario.

Tengo una vinculación emocional especial con la revolución Kurda. Hay que mantener la presión sobre Turquía».

Tino Brugos, ha sido la única persona expulsada de la Delegación, tras haber sido fichada con fotos y toma de huellas dactilares «como si se tratara de un delincuente», a pesar de no haber cometido ninguna ilegalidad durante su presencia en suelo turco. «El equipo jurídico de la Confederación Intersindical y los abogados kurdos que le acompañaron, abrirán un proceso con el objetivo de restaurar su honorabilidad», indican en un comunicado en su web.

«Turquía es un estado que tiene una peligrosa deriva antidemocrática y que goza de un elevado nivel de impunidad ante las continuas violaciones de los Derechos Humanos que se producen en su territorio contra su propia ciudadanía. Estos hechos servirán para reforzar nuestro compromiso de acompañamiento al pueblo kurdo y a las organizaciones de izquierda de Turquía en su lucha por alcanzar unos niveles mínimos de calidad democrática que, entendemos, hoy no existen allí.  Impulsaremos, con todas nuestras fuerzas,  aquellas iniciativas que ayuden a romper con el silencio informativo existente en nuestro país acerca de los acontecimientos que ocurren en Turquía y Kurdistán que sólo se justifica por el deseo de asegurar las inversiones e intereses económicos. Para nuestra organización, los derechos de las personas siempre estarán por encima de los intereses económicos», sentencian en el mismo comunicado.

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